miércoles, 10 de marzo de 2010

RAID 28 HORAS MAGERIT CHALLENGE (20-21/02/2010)

Debo tantas crónicas que no sé por donde empezar.
Bueno, como alguna tiene que ser la 1ª, y además soy un poco anárquico, ahí va la del raid 28 Horas Magerit Challenge, aunque haya otras anteriores.
CRÓNICA EXTENSA DEL RAID:
La historia de este raid, recuperando el formato non stop, comenzó el viernes 19 de febrero a las 22:00h con el brieffing en la casa de cultura de Lozoyuela.
No había demasiados equipos, pero estaban Eva y Luis que era lo importante.
Charla técnica rápida, clara y concisa por parte de Iván y posterior entrega de todos los mapas para ir estudiando la palabra clave de la prueba, que sería la estrategia.
La numeración de los mapas no coincide con el inicio del raid, porque estaba prevista la salida desde Cotos de Monterrey, pero finalmente se saldría desde Lozoyuela.
Un poco más de lío del previsto, pero entre los 3  (gracias Eva por tu inestimable ayuda) desplegamos todos los mapas en el suelo, unimos el puzzle, los numeramos y trazamos el recorrido.
Eva y Luis dormían allí. Yo decido ir a mi casita, apenas a 40Km.
Me llevo los mapas para plastificarlos. Una vez en la Kelly, cena ligera y a dormir. Decido dejar todos los preparativos para por la mañana. Estoy sólo. Itziar en Marruecos, por trabajo.
06:30h suena el despertador. Huy! Igual es demasiado pronto.....mejor apuro un poco más en la cama..........Ostras!! las 07:00h. Me levanto como un resorte, ya voy con el tiempo pegado.
Fruta y cereales para desayunar. Dejo el té para más tarde.
Selecciono todo el material. Qué bien que no haya que llevar material para pruebas de cuerdas, ni tampoco neopreno. Sólo la bici y accesorios, mochila y la ropa.
Con esta última tengo alguna que otra duda. ¿Hará mucho frío? ¿Cuántos cambios  necesitaré? Preguntas sin respuesta. No tengo tiempo que perder.
Cojo lo que utilizo habitualmente en el resto de raids veraniegos y me llevo algo de abrigo para el tren superior y un par de mallas piratas para las patas, aunque valiente e iluso de mí, saldría de casa con los raidlight cortos puestos.
Enchufo la plastificadora. En cuanto echo mano de los mapas me doy cuenta de que igual no ha sido buena idea plastificarlos..........Son un montón.
Bueno, me pongo con ellos. Con un mismo plástico, coloco 2 mapas. 1 por cada cara. Más lío, porque tengo que comprobar que no sean mapas que conecten entre sí porque sino no podríamos ver el enlace entre ellos.
No es mi principal virtud la paciencia, ni este tipo de trabajos de bricolage tan sutiles, pero consigo hacerlo bien. Buff! Miro el reloj y ya son las 8:00h. He quedado con Eva y Luis entre las 08:30 y 08:45h. No llego ni de coña...........bueno, que no cunda el pánico que la salida es a las 10:00h, además llegaré tarde pero con los deberes hechos.
Pongo la tetera al fuego y sigo preparando cosas. Ahora, la comida. Cojo frutos secos y fruta seca, también alguna barrita, plátanos y unos litros del aquiarius de Mercadona. Lo coloco todo en una neverita pequeña encima de la mesa de la cocina. ¡Hay que ver lo organizadito que soy!
Reviso la bici. Todo ok.
Al final, me salen 2 cajas. Una con todo lo de bici y otra con todo el resto de ropa.
Suena la tetera. Me pongo 2 bolsitas de té rojo. Ducha rápida mientras infusiona.
Me visto de romano y después  del té, me lío a bajar cosas a la furgo.
Salgo del garaje y para mi sorpresa hace una mañana estupenda. ¿Pero no iban a caer chuzos de punta?
08:30h ya en la A1. Me quedan 40Km. Llamo a Luis. Me coge Eva. Le digo que voy tarde, pero que llegaré.
Hago un repaso mental para ver si lo llevo todo, y estoy convencido de que sí hasta que me acuerdo de la nevera con toda la comida y bebida que se ha quedado en la mesa de la cocina. ¡Mierd........! Ya no puedo volver a buscarla.
Al final aparezco en Lozoyuela a las 09:10h. Quizás he ido algo pasado de velocidad por la autovía, pero suerte que no había radares.
Aparco, saludo, preparo la ropa para dejar en las transiciones, me recuerda a los bidones de la bimbache, lo cual me estresa y me remonta a lo que dije en el raid de Belorado de que esto no es para mí, pero asumo mi papel de bocazas  y nos vamos a la zona de salida.
Eva está pendiente de que no nos olvidemos de nada importante. Ha llamado Álvaro desde Roma para desearnos suerte.
Baja una especie de niebla desde el Mondalindo y una ligera ventisca nos hace temer que la previsión de mal tiempo no era desacertada.
Esta bien lo de ser de Bilbao, pero me quito el pantalón corto y me calzo unas mallas piratas. El resto del atrezzo: térmica 1ª capa manga corta fina, forro polar manga larga Mizuno, chaleco paravientos Montura, guantes goretex, gorra paravientos Lafuma con orejeras, medias compresión decathlon y calcetines impermeables de 40,00 euros el par, con unas mizuno kabrakan rematando el atuendo. Vamos, salvo lo de decathlon, de lo más pro.
Luis monta alforja en su bici. ¡Brillante idea! Yo, más convencional, llevo mochila Haglöfs de 20l.
De los 40 equipos inscritos, tomamos la salida creo que 13. Al resto no les ha convencido la meteo y se han quedado en casa con la manta y el sofá.
Lozoyuela. 10:00h. Salida oficial. Empieza la diversión. La ventisca se ha quedado en el intento y los claros se imponen a las nubes y parece que nos acompañará el sol.
Sección de trekking hasta Cinco Villas (algo más de 1 hora). Luis se maneja bien. Conoce la zona. Vamos en cabeza con los de la Brújula, tronador y también Imperdibles. Picamos  las pocas balizas. Una pena que no les dieron autorización para la orientación específica en el pinar de Cinco Villas.
(Que si un fax que no llegó a tiempo.......ya se sabe la maldita burocracia) Llegamos primeros a la transición. Ahora toca btt hasta Cervera. Salimos en cabeza. Nos alcanzan Tronador e Imperdibles. Luis intuye el lugar de la baliza y paramos a tiempo. Los demás se pasan de frenada. Sin mayores dificultades y mayoritariamente por asfalto llegamos al embarcadero .
Por el camino Eva nos pasa en la furgo y nos saca algunas fotos. Está Antonio de la Rosa y nos desaconseja hacer el  Kayak. Mucho viento y demasiado frío pueden complicar la sección. No nos condiciona, porque ya habíamos decidido no hacerla. Bizcocho casero de Eva, nuevos ánimos y al trote para el Coastering.
Nos cuesta un poco la 1ª baliza, pero la picamos y vamos por el resto. Se hace duro trotar por el peralte del pantano. Aprovechamos senderos de pescadores justo debajo del límite de vegetación.
Necesidades fisiológicas ineludibles hacen que tenga que hacer una parada técnica, pero continuamos al momento un poco más ligeros. Hemos cogido la 4ª baliza y vemos la 5ª a lo lejos en el fondo del peralte del pantano. Vale 1 punto. Meditamos ir o no, y decidimos dejarla.
De nuevo en el embarcadero. Al menos 2 equipos se han saltado el coastering o sólo han picado la 1ª baliza. Ya empieza a funcionar la estrategia.
Cogemos las bicis y rumbo a Buitrago de Lozoya. Este tramo será más peliagudo, porque nos espera alguna encerrona en forma de barro. La 1ª baliza de la sección la salvamos dando un rodeo por asfalto para evitar un camino impracticable por las últimas lluvias. La siguiente no nos da alternativa y nos comemos una buena dosis de barro. Seguimos avanzando, ahora con mucho cuidado y con algo de miedo porque las cadenas están tiesas y resecas por el lodo. Luis no puede utilizar el plato pequeño. Se hace difícil avanzar por tierra y damos otro rodeo para atacar la baliza por asfalto. El día avanza casi sin que nos demos cuenta, pero por suerte sigue luciendo el sol. Llegamos al poli de Buitrago. Echamos de menos a Eva.  Se ha ido a ver un partido de Rugby. Sopa caliente, plátanos y un poco de descanso. Pasan de las 17:00h. Tenemos una de las bolsas con la ropa. Cojo la frontal, las luces de la bici y me cambio la térmica y me pongo un maillot largo de abrigo. Ya empieza a refrescar en serio. Trote cochinero para un supercorto  score urbano. No nos lleva más de media hora. De nuevo en el poli  antes de salir en bici, bajamos a una gasolinera a limpiar el excedente de barro y a engrasar las transmisiones. No hay lavado a presión. Nos dejan una manguera y nos sirve igual.
Bueno, sección de 48Km de btt. Nos vamos a comer una montón de  noche. ¡Qué ilusos! Pensábamos en poder llegar de día a La transición de La Cabrera. Salimos hacia arriba cuando todos salen hacia abajo. Pasamos una alambrada de más de 2m por debajo haciendo contorsionismo. Estamos en una carretera de servicio del pantano. Cruzamos la presa. Lío de caminos. ¿Cuál es el bueno?.........Ah! Vaya....justo el que tiene una valla del copón. Esta vez toca salvarla por arriba.....lástima de pértiga. 1ª baliza en una cruz en un promontorio. No hay baliza que picar, así que toca foto. Paramos un instante porque se está poniendo el sol y hay una luz espectacular. Verde de hierba, blanco de nieve y las siluetas de las montañas al fondo.
Enseguida desaparece el rojo del sol en el horizonte y sólo nos ilumina la luz de la luna en cuarto creciente y nuestras frontales. De noche todos los gatos son pardos, los árboles parecen piedras, las piedras árboles y cuesta diferenciar los caminos, sobre todo como en nuestro caso que había caminos por todos lados que no aparecían en el mapa. Después de más de 40 minutos de búsqueda infructuosa y del grado de desesperación correspondiente, decidimos que no sabemos exactamente donde estamos porque nada coincide con el mapa, y optamos por seguir a por la siguiente baliza. Al poco salimos a un puente que cruza las vías del tren. Esta referencia si que está clara en el mapa. Ahora lo vemos de otra manera. No estábamos donde creíamos que estábamos por lo que era imposible encontrar la baliza porque estaba más adelante. Enseguida la vemos entre unos árboles.
Suena el móvil. Es Rober, que llama por 2ª vez para ver que tal vamos. ¡Qué majo! Le informo, aprovecho para llamar a Eva y decirle que tardaremos al menos 3h en llegar a la Cabrera. Salimos del lío de camino otra vez al asfalto. Luis coge la moto, y yo (parafraseando a Manu) el Vespino y voy viendo su luz trasera a lo lejos. Núcleo urbano. Durísima rampa de asfalto hasta la parte alta del pueblo. Luis mira el mapa. La referencia es muy clara, sale una pista a la izda y al poco en un muro de piedra está la baliza. Sencillo.
Nada es lo que parece y de noche y cuando el cansancio empieza a hacernos mella, menos. No es la 1ª pista. Vuelta al cruce anterior. Nos juntamos con los Imperdibles.
Tampoco ellos la encuentran. Entre todos nos liamos un poco más y acabamos dando vueltas sin mucho sentido.  El frío ya es intenso. Al final ellos la localizan, pero uno rompe la cadena y paran a reparar.
Nosotros seguimos. Pista ascendente hasta un collado, nueva baliza, bajada por nieve dura y más tarde por una trialerilla llena de surcos del agua. Llegamos a la vía de servicio de la A1. Es tarde, nos esperan Eva e Itziar en La Cabrera. Yo voy bastante cansado. Luis parece que va bien. Se para, mira el mapa y para la siguiente baliza tenemos que dejar la vía de servicio y coger camino de tierra por una zona boscosa y seguramente húmeda. Luis calcula algo más de 3Km. ida y vuelta Hay que volver por el mismo camino para seguir a la transición. Le sugiero que no merece la pena y después de pensarlo me hace caso y seguimos, pasando de la baliza. Ahora toca una subidita no muy larga, pero todo empieza a sobrar. De repente, le veo parado y me dice que la baliza que acabamos de dejar valía 3 puntos. ¿Qué hacemos? ¿Volvemos? Son cerca de las 23:00h y decidimos seguir a la transición.
Llegamos a La Cabrera media hora más tarde. Eva e Itziar llevan esperando más de 3h. ¡Pobres! (Cuanto me acuerdo de Mª José en un raid de Gredos que nos esperó en un puerto de montaña más de 5h, sola como la una, en mi furgo vieja, sin calefacción........¡Os tenéis ganado el cielo!) Nos reciben Eva e Itziar con caldo y té calientes, bocatas  (vaya pedazo de bocatas de pan candeal con aceite y tomate) y muchos ánimos. Luis tiene cara de cansado. A mi se me nota menos. Itziar quiere irse a casa a dormir. Eva no quiere moverse hasta que no nos vea salir para el trekking. Sabe como nosotros, que si no lo hacemos esta noche, mañana será imposible hacerlo. Luis no se pronuncia. Yo insisto en hacerlo. Mientras debatimos y acabamos con los bocatas, ellas nos preparan las esterillas y sacos para dormir. Al final salimos, Eva e Itziar se van al paraíso y nosotros directos al ¿infierno?.
Son las 00:00h. Nos espera un trekking de 15Km, subiendo al Pico de La Miel y haciendo la integral de La Cabrera. Atacamos el Pico por la vía directa. Para que andarse con tonterías. Vértice geodésico, foto y rumbo al Collado Alfrecho. Hay que prestar atención en la bajada por la nieve y alguna pequeña placa de hielo. Trotamos casi todo el tiempo y se nos hace largo el tramo al Collado. Por fin llegamos y de ahí bajada hasta la vaguada donde está la baliza. Luis lo ve claro y atacamos la baliza siguiendo un arroyo. La referencia es una cota. Hay piedras por todos lados y todas parecen cotas. Nos subimos a la mayoría de ellas y no hay rastro de baliza alguna. Ya nos dijeron que esta era muy complicada. Desistimos y continuamos a por la siguiente.
Sin saberlo, abrimos una vía nueva de bajada a Valdemanco. No nos lo acabamos de creer. Hay un montón de caminos que bajan al pueblo y estamos bajando por mitad de un barranco.......
Bueno, con más gloria que pena salimos de la embarcada y buscamos el cementerio. Árbol entre rocas en cota es lo que tenemos que buscar. Creemos ver un árbol, subimos y era una pidra grande. Que puñeteras las sombras, como confunden las siluetas. Después de otra pequeña pataleta de desesperación por no encontrar la baliza. (Luego nos dirían que estaba mal marcada en el mapa y nos la darían por picada) seguimos avanzando cada vez con más ganas de acabar la sección.
Collado de La cabrera, Convento de San Antonio y las luces salvadoras del pueblo a lo lejos, aunque cada vez más cerca.
Son las 03:30h y comienza a nevar tenuemente. Trotamos de nuevo mientras los copos son cada vez más densos, llegando al Poli de La Cabrera a las 04:00h con una copiosa nevada.
Cansados y un poco desesperados comemos algo, charlamos con Iván y más gente de Magerit que estaban en el poli y al saco.
Nos despertamos a las 07:00h y después de comer algo, preparar las bicis, la ropa, y estudiar la estrategia de la mañana, salimos a las 7:50h para hacer una sección de bici de 38Km. Había caído una nevada impresionante y seguía nevando con intensidad. Luis trazó un recorrido para asegurar, evitando pistas y caminos y tratando de ir mayoritariamente por asfalto. Rumbo a Bustarviejo por asfalto. Ligera subida. 2 Balizas. Más subida. Nueva Baliza. De momento, todo va bien. Yo he quemado todas mis naves y me he puesto todo lo de abrigo que me quedaba. Bajada por asfalto de 8Km hasta Navalafuente. Aquí empezaron todos mis males. La nieve está desecha en el asfalto y la rueda delantera de la bici escupe agua a presión como si fuera una manguera en las piernas. Luis coge velocidad y desaparece carretera abajo. Yo voy reteniendo un poco como si eso me quitara el frío. No siento manos ni pies. Me van a estallar. Luis me espera en el desvío.
Qué tal?, pregunta.......Fatal, le contesto. Estoy tieso. Así no puedo seguir.
Me anima y aunque no le puedo garantizar que aguante, seguimos. Ahora viene una subida. Qué alivio, por lo menos generamos algo de calor. No mejoran mis extremidades y la opción de retirada cada vez es más patente. Picamos una baliza en un collado y, a iniciativa de Luis; decidimos resguardarnos en un bar de Guadalix, aunque esto supusiera hacer algún Km de más fuera del recorrido. Después de un par de tes, calentarnos al calor de una estufa, cambiarme los calcetines y guantes (Luis me deja calcetines secos y guantes de látex), esperamos a que venga Eva en nuestro rescate (más bien en el mío, porque Luis aunque también estaba tieso del frío hubiera aguantado en carrera) Entre unas cosas y otras se nos van cerca de 2h.
Llega Eva y decidimos saltarnos el bucle de Cotos de Monterrey, e ir directamente a La Cabrera y luego desde allí hasta la meta en Lozoyuela, cogiendo sólo las balizas que estuvieran cerca de nuestra elección de recorrido.
Haciendo un poco la goma para seguir a Luis por asfalto, y con Eva esperándonos  con la furgo en varios puntos por si yo no pudiera seguir, por fin llegamos a Lozoyuela sobre las 12:20h.
Dejamos las bicis y la tarjeta de control, y en compañía de Eva nos vamos a un bar con chimenea a secarnos, calentarnos y cambiarnos de ropa para hacer un score urbano con 5 pruebas especiales.
Café y te caliente, unos montaditos, el cariño y los ánimos de Eva (bueno, su buff y un par de calcetines secos, también) y sobre las 12:40h, salimos corriendo para hacer la orientación especifica.
Cervatana, tiro con arco, esquí tándem, zancos y cajas locas y otras tantas balizas previas que nos llevaron algo más de una hora, dando por concluido el raid a las 13:45h, sobrándonos sólo 15’ del cierre de carrera.
Ducha caliente, recogida de la ropa que habíamos dejado a la organización en las 3 transiciones donde podía hacerse, descarga de fotos de las balizas y charla con Iván y el chico de las balizas que estaban cerrando las clasificaciones, donde ya nos adelantan que hemos quedado primeros en elite.
Paella, tertulia post-carrera y espectacular y emotiva entrega de premios para despedir un fin de semana intenso.
Impresionante el trabajo de Luis (como siempre para variar) llevando todo el peso de la orientación y en esta ocasión también haciendo trabajo psicológico para que yo aguantara en carrera.
Sin palabras el apoyo de Eva en todo momento. Ánimos, cariño, bizcocho casero, ropa seca, seguimiento en carrera, bocatas increíbles, caldo caliente……….Un millón de gracias.
Itziar también se sumo a darnos ánimos al final de sábado antes del trekking nocturno, ayudando a Eva a prepararnos los sacos y esterillas para que pudiéramos dormir a la vuelta del trekking.
Roberto llamo al menos 3 veces el sábado y otras tantas el domingo para animar e interesarse por nuestra suerte en el raid.
En fin, un buen fin de semana con un final feliz.
Muchas gracias a Eva y a Luis porque es un gusto compartir momentos así con ellos.

CRONICA DE LUIS :

Después de 1 mes de dudas, mirando al cielo y viendo que no mejoraba e intentando buscar compañeros de fatigas, que los sufrimientos se pasan mejor en buena compañía, nos presentamos el Viernes en Lozoyuela. Las quitanieves apostadas en cada salida de la A1, no hacían presagiar nada bueno.

Habíamos hablado para tomarnos el raid como un entrenamiento, hasta donde pudiéramos llegar, con el plan de retirarnos si estábamos muy cansados o helados de frío.
Nos sorprendió la decisión de la organización para seguir adelante a pesar del tiempo, para ellos era su primer raid desde el otro lado de la barrera, además con un formato innovador; y empezar suspendiéndolo les iba a desacreditar. Era un feo no intentarlo. Además posibilitaron el dejar material para que lo llevaran a cada una de las 3 transiciones importantes, eso sí el material quedaba en la transición y no lo trasladaban.
Entramos en el desangelado local del ayuntamiento donde nos recibió el Equipo Magerit, los dorsales personalizados disiparon parte de dudas ante un organizador novato. Vimos al equipo de La Brújula con los 17 mapas distribuidos por el suelo, tras el conciso briefing decidimos imitarlos para recomponer la carrera en unos mapas numerados al azar. Con Eva ayudándonos, trazamos para que Chelis los llevara a casa para plastificarlos, por falta de medios no será.
Tras pasar la noche en la furgo, oyendo el ruido de la calefacción estacionaria que saltó numerosas veces, e intentando pensar que material dejábamos en cada transición, especialmente los sacos; nos levantamos con bastante viento que barría los copos dispersos del campo de futbol cercano.
Preparamos el material y al engrasar la bici descubrí un eslabón destrozado, había encargado por internet un kit de transmisión pero ya se sabe te ponen 3 días de plazo de entrega y llegan en 10. Acorto la cadena y por si acaso meto eslabones de sobra y el troncha bueno en la alforja, que me había prestado Ana Fe. A Chelis, que acaba de llegar de casa, de momento no se lo cuento, no hay que desanimar.
Como prueba de mi autoconfianza le digo a Chelis que haga unos elegantes nudos al nuevo remolcatroncos, por si acaso.
Empezamos la 1ª sección trekking en cabeza yendo a la inversa de la numeración de las balizas, varios equipos fueron detrás nuestro atajando nuestros pequeños errores por las calles y callejas de Lozoyuela, también lo hicieron al revés, no sé si por que lo habían planeado o por que nos siguieron y ya para que cambiar. Tras varias alternativas en cabeza con La Brújula, Tronador y los antiguos Bicimanía, llegamos primeros a la transición, por un atajo de lugareños que intuyó Chelis, evitando una zona anegada. Tras los ánimos de Eva salimos con las bicis.
Al comienzo de una cuesta abajo paramos a mirar el mapa, por asegurar, y nos pasaron como tiros los Tronador y los Bicimanía, tanto que se pasaron la baliza, en el frenazo al darse cuenta se cayó Rober y ir al hospital con dolores tras 20h compitiendo le dijeron que tenía fractura de coxis. Principalmente por carretera llegamos a la piragua, que nos saltamos como teníamos previsto, para hacer un duro coastering por el embalse de El Atazar. Balizas muy escondidas, y alguna desplazada. Nos dejamos una que se veía cerca pero el terreno estaba resbaladizo y empinado. Desde una majada, buscando el camino de las cabras, llegamos directos a la transición, allí nos despedía Eva hasta la noche.
De nuevo en bici, con mucho barro por la nieve deshecha de los días previos, fuimos encontrando las balizas tratando de utilizar al máximo las carreterillas de la Sierra Pobre, sobre todo en subida, aun así me metí en unas arenas movedizas en plena pista. En una de las bajadas perdí un tornillo de la sujeción de la alforja, menos mal que llevaba unas mágicas bridas. Una baliza se nos resistió bastante, además cometí el error de dejar el mapa en la bici cuando fuimos a picarla a pie. Llegamos a Buitrago bastante más tarde de lo que habíamos pensamos, con las cadenas resecas. Tras un breve score, donde Chelis se sabía todos los atajos para entrar y salir de la parte vieja, de nuevo al poli, allí nos llevó la organización ropa seca y nos ofrecieron una sopa caliente, tras un ineludible lavado y engrase de bicis, rumbo a la Cabrera, esta vez por camino, creo que hubiéramos llegado antes por carretera pues tuvimos que saltar varias puertas con candado y se notaban las alforjas. Punto de control sin baliza, había que hacer foto con unas vistas preciosas, ya era casi de noche y llevábamos pocas luces pues habíamos previsto llegar a La Cabrera anocheciendo. Cuando se está cansado piensas que has recorrido más distancia y claro te quedas corto (deberíamos apoyarnos más en el cuenta de bici, ya nos ha pasado en varias ocasiones), lío de caminos y cañadas; después de un rato dando vueltas nos reubicamos y a por la siguiente. Bastante despistados pues 200m de recorrido se representaban en 3 mapas diferentes, además estos ni siquiera se solapaban, faltando parte de los bordes. Tras esas vueltas surrealistas que sólo se dan de noche y cansado, encontramos la baliza. Subida y bajada por nieve bastante dura (la nieve y la subida). Decidimos tomarnos un té, que en esta vida todo se pega menos la belleza, en Lozoyuela. En el bar agitada discusión de los paisanos tras preguntarles si se podía llegar a la gasolinera por vía de servicio o no. Hicimos caso al que más nos convenía y entre ‘la vía de servicio’ y la carretera antigua estábamos a medio camino entre la última baliza de la sección y el poli de la transición donde nos esperaban Itziar y Eva, seguramente con comida caliente. Las ganas de verlas y la gazuza nos hicieron desistir de los 4 puntos que valía la baliza, que pensaba que iba a ser definitiva para la clasificación.
Después de un caldo caliente y buenos bocatas me convencieron para hacer el trekking completo: subida directa muy cerca de las vías de escalada al Pico de la Miel (donde había que hacer foto-baliza al vértice geodésico, la organización, con buen criterio, pasó de subir 2 veces a poner- quitar la baliza), luego la cuerda de La Cabrera completamente helada, pero que a Chelis no le hacía resbalar. Desde el collado Alfecho directo a por la baliza técnicamente más difícil que no fuimos capaces de encontrar a pesar de la intensa batida. Llegada a Valdemanco por un camino tan desconocido como improvisado y a por el árbol de la cota: Como se suspendió la escalada nosotros la sustituimos por esta ascensión en artificial con el pie de Chelis y mi chepa como agarres, evidentemente allí no estaba la baliza (en la transición os dijeron que estaba mal puesta y nos la dieron por válida). Empezaba a nevar, los copos iban engordando poco a poco. Por un camino muy bonito y poco transitado nos aproximamos al monasterio y después al pueblo, bajando el ritmo para dejar de sudar. Llegamos blancos a la transición, con la organización todavía atenta pues los Tronador estaban a mitad del trekking y eran las 4 de la madrugada. Directos, literalmente, al saco, que nos habían preparado las chicas. A las 7h desde el saco se veía el patio del poli completamente blanco, Chelis dormía profundamente (sí, es humano) y no daban ganas de levantarse pero todos los equipos estaban en pie. Pues nada, arriba. Por enésima vez a colocar el taco de mapas, unos a la alforja, otros al abultado portamapas, la mejor ropa de abrigo y a la bici, las balizas estaban en un terreno conocido pues mi primo Manolo vivía cerca y nos hemos dado muchas vueltas por allí, también nos facilitaba el trabajo las huellas en la nieve de los dos únicos equipos que no se saltaron ese tramo y habían madrugado más: La Brújula e Iberia raid. Cogimos a los Iberia, y descenso a Guadalix por carretera, pedaleando y frenado a la vez, Chelis iba helado, yo sin cubrebotas tampoco hubiera aguantado.
En un bar de Guadalix con toda la ropa en la calefacción (fácil imaginar el olor) y descalzos sobre periódicos. Era el momento de decidir si seguíamos o nos retirábamos ante la situación que es lo que habíamos acordado antes de empezar el raid. No sabía si insistirle a Chelis pues era quebrar el pacto, pero la meta estaba a 30 km y la mayoría era subida. Nos llamó Eva que veía de camino pese a la nevada, quedamos con ella en una gasolinera cercana y nos animó a seguir, esperándonos en los cruces de la antigua N1 ahora sin tráfico. Picamos un par de balizas (nos saltamos la espeleología, los patines, que tuvieron que hacer andando, y un pequeño trekking) y directos a Lozoyuela a por el último score con pruebas especiales, tras devorar unos montados junto a la chimenea de un acogedor bar. El final ya estaba cerca. Sin parar de correr entramos en meta 15’ antes del cierre. Ducha, paellada y emocionante entrega de premios.
Gracias a Alvaro y Rober por sus ánimos e interés. De las chicas está todo dicho.



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