martes, 19 de abril de 2011

TENERIFE BLUETRAIL. Escaldón, puchero canario y frangollo! Crónica de un almuerzo en la Cruz Del Carmen de la paradisíaca Anaga………….Anda! Y también de la carrera, claro……. PARTE 1ª (de se suponen 2)

Abandonaba uno la isla de Tenerife el domingo 17 de abril a eso de las 17:10 hora local con una sensación agridulce. Parecida a la que teníamos en la infancia cuando se iba acabando el verano y tocaba dejar el lugar de veraneo y volver a la ciudad.

Me iba contento de haber aprovechado a tope el fin de semana, con la Bluetrail finalizada en la buchaca, pero triste por tener que dejar la isla y un grupo de amig@s que me habían tratado a cuerpo de rey. Algun@s de los cuales para más INRI no pude despedirme. Lo siento Rocío, César y Cristian. Confiaba, como vosotr@s, en veros en el aeropuerto, pero al final no fue posible.

De quien si pude despedirme fue de una de las parejas más suigéneris que he conocido, Susana y Carmelo. De hecho, precisamente esa despedida en el parking del aeropuerto a donde me habían acercado en una flamante ranchera blanca, fue la última imagen que tengo grabada de este fin de semana intenso e inolvidable.

Antes hubo otras muchas imágenes e instantes para el recuerdo.

Y todavía hay gente que me pregunta por qué voy tanto a Canarias y se asombran de que no me pierda una carrera larga en las islas afortunadas.

Llevo 2 maratones del Meridiano, 2 transgrancanarias (aunque la de este año deportivamente no cuenta, por no haberla finalizado), 1 CruzaTenerife, 1 transvulcania y 1 Tenerife Bluetrail, que con la transvulcania de 2011, serán 8 viajes a Canarias en 2 años. O lo que es lo mismo, 4 viajes por año. 1 viaje al trimestre.

En todos y cada uno de los viajes, y en todas y cada una de las carreras, he hecho un montón de amig@s y ha ido creciendo mi admiración por la hospitalidad y simpatía de los canari@s, y también por sus montañas, degolladas, roques, lomos, cañadas …..etc….de las 4 islas que he tenido la suerte de visitar.

Si hasta hemos estado meditando la posibilidad de mudarnos a, posiblemente, Tenerife, aunque de darse, sería una opción un tanto remota.

En fin, vayamos con lo acontecido en el fin de semana. Y para eso, lo suyo es retroceder al viernes 15 de abril y situarnos en el sur de la isla, concretamente en Los Cristianos.


Pues después del “willifoggdesco” viaje desde la meseta peninsular narrado en la entrada anterior, uno acabó con sus huesos y su mochila en el apartamento 171 del complejo de apartamentos “Las Plataneras”, a escasos 500 metros del Centro Cultural, lugar de recogida de dorsales, y del puerto viejo de Los Cristianos, punto de partida de esta 1ª edición de la Tenerife Bluetrail.

Unos apartamentos rayando en lo mínimo aceptable en limpieza y comodidad, pero económicos (45,00 euros) y muy bien situados y con un personal muy amable.

En el episodio anterior, más centrado en narrar el viajecito ahorrador que me marqué, no mencioné que me dormí en el comodísimo y amplísimo avión de Ryan Air, y acabé con una contractura en las cervicales. Dada la situación y temiendo por la suerte de mi participación en la carrera, como si estuviera en un concurso, pedí el comodín de la llamada y contacte con mi mujercita para que me localizara un fisioterapeuta en Los Cristianos para ver si me arreglaba lo de las cervicales.

Uno no tiene una mujercita cualquiera, y en menos de un periquete (en un mírame la mano, que diría mi difunta abuela Mamá Pilar, que estará en el cielo) me llego un sms con los teléfonos y direcciones de 2 consultas de fisios.

Llamé a un tal Carlos Trapero, pensando que ni de coña tendría sitio para esa misma tarde, pero cual fue mi sorpresa cuando me dijo que tenía un hueco a las 18:30h.

Pues apúntame, le dije. A esa hora estaré en tu consulta.

Después de haber comido en el Restaurante Linares una focaccia y una pechuga de pollo (sí, ya sé que no como carne, pero de cuando en vez antes de algunas carreras le hinco el diente a algún pollastre, por eso de las proteínas más que nada…. No vaya a ser que con las que saco de legumbres y frutos secos no fueran suficientes….) volví a Las Plataneras para darme una ducha y ponerme de corto para salir al exterior.

Bueno, pues el amigo salió como para la bluetrail con mochila raidlight y todo. Eso sí con un mapa en la mano, vamos como si fuera un score urbano de una prueba de orientación, para localizar la consulta del amigo Trapero, el fisio.

Localizada la consulta, el hombre, muy profesional, me dio el masaje y me descontracturó las cervicales.

Como le vi tan eficaz (al fisio) le dije si había alguna posibilidad de que el viernes 15 (día de la carrera) pudiera pasarme nuevamente por su consulta para que me pusiera unos tapings en los gemelos, en previsión de que fueran a darme guerra en el paseíto que nos esperaba. A lo que me dijo que sí, que sin ningún problema. Que me pasara a las 19:00h y me los ponía.

Le comenté lo de la carrera y no tenía ni idea de que se fuera a celebrar. Bueno, él y creo que la mayoría de los habitantes y turistas de Los Cristianos. De hecho en todo el tiempo que estuve deambulando por la zona no vi un solo cartel anunciando la prueba. Tampoco a ningún corredor. Ni siquiera en el exterior de la fachada de la casa de cultura había ningún signo de que fuera a disputarse la Tenerife Bluetrail. Sólo si entrabas dentro había un panel grande con el logo de la carrera.

Algo sorprendente cuando en La Palma la transvulcania está anunciada por todos lados y en Gran Canaria la trans también.

En fin, cosas que escapan a nuestro entendimiento.

Después de salir del fisio y dado que estaba con ropa de trailrunner, salí a correr un poco y me subí a un volcancito con un nombre muy bonito, “Montaña Chayofita” y unas no menos bonitas vistas. Bajando del Chayofita y cuando me clavé una piedra volcánica en el juanete del dedo gordo del pié izquierdo, fue cuando decidí que saldría con las Brooks Cascadia nuevas y dejaría las Salomon S-lab 3 en el parador del Teide (Km 48) para la parte final de la carrera, buscando más protección en la mayor amortiguación de las Cascadia.

Una vez acabado el trotecito, tocaba volver al redil temporal para cenar algo y sobre todo descansar, aunque también beber mucho líquido para sobre hidratarse pensando en la carrera.

La noche transcurrió sin mayores contratiempos y la mañana y las primeras horas de la tarde del viernes también, ya que eran momentos de transición y de tensa y aburrida espera.

A las 19:00h acudí al fisio, que fiel a su compromiso, me colocó las cintas milagrosas en los gemelos y cuando volvía al apartamento ya para ultimar preparativos para la bluetrail, sonó el teléfono y era Carmelo Zerpa Armas, preguntándome si estaba alojado en Las Plataneras, a lo que contesté que sí. Casualmente él, su novia y unos amigos también tenían allí su campo base.

Me comentó que habían reservado para cenar a las 20:00h en un italiano, Il Piccolo, para más señas, y que si quería cenar con ellos. A lo que por supuesto dije que sí.

Nos encontramos poco antes de la hora fijada en la recepción, y allí después de saludarnos, me presentó a su novia, Susana. A Rocío y César, y a Cristian. Amable y cortésmente nos fuimos saludando tod@s y salimos en busca del Audi A3 de César que nos trasladaría al ristorante.

Una agradable cena, donde fluía el buen rollo, a la que se sumo Miguel Ángel a última hora fue el preámbulo a los preparativos finales para la Tenerife Bluetrail.

En esta ocasión había cambios significativos en mi indumentaria. Preparé para la bolsa que se dejaba en el Parador del Teide (Km 48 de carrera) un pantalón corto de Salomón, unos quads de Compresport, con pantorrilleras a juego, las zapatillas Salomon S-lab 3 y unos anacardos, dátiles, una botellita de magnesio y un mini redbull.
Y me puse las mallas de compresión EXO SLAB II SHORT de Salomón (blancas), una camiseta blanca de Pearl Izumi (modelo FLY TOP), calcetines arcoiris Injinji, gorra blanca de Raidlight, buff de la Gore Tex Transalpinen  Run, zapatillas CASCADIA 6 de Brooks y el Garmin FORETREX 401.

El control de dorsales era a las 23:00h y la salida una hora más tarde, cuando el viernes diera paso al sábado.

Salimos Susana, Carmelo, Cristian y yo mismo vestidos con nuestras mejores galas para la ocasión y Rocío, embarazada de 6 meses, y César con el embarazo propio de un buen marido, vestían ropa de calle, o de paisano como le gusta decir a un amigo mío.

Una vez en el paseo de la playa de Los Cristianos, ya se empezaba a ver ambiente de carrera, aunque había menos personal (167 tomarían la salida) del que uno esperaba. Al final habría cerca de 600 pax, pero sumando todas las distancias.

Bueno, una vez en la zona de salida empezaron a aparecer caras conocidas y alternarse besos y abrazos por aquí y por allí.

Nerea, Heras, Ser13gio Fdez, David Lutzardo, Goyo Armas, Arturo Herrera de León, José Carlos García, Javi Sánchez, Federico Blanco, José Israel, Víctor Delgado, Emilio Padilla, Héctor Romero, Basilio Bravo, Pablo Criado y Ana, y los incombustibles Lidia y Samuel Arroyo. Un placer saludarlos a tod@s, aunque seguro que me he olvidado de mencionar a alguien. Si así fuera, espero que sepa disculparme.

Con una noche esplendida, luna casi llena y una temperatura optima para correr, a las 00:00h se daba el pistoletazo de salida a la nueva CruzaTenerife.

Salieron 2 zumbaos en cabeza apretando, supongo para salir en las fotos, por el paseo del puerto viejo y cuando empezamos a callejear buscando alejarnos de Los Cristianos, ya el bueno de Heras tomaba la cabeza con Pablo Criado a su par enfilando las primeras rampas de asfalto que nos llevarían en busca de Arona.

Yo iba bien y me coloqué inmediatamente detrás de Pablo, justo en el momento que Heras subió un poco el ritmo, como si no le costase, y se fue perdiendo en la lejanía. Llegué a la altura de Pablo y por unos instantes fuimos juntos, hasta que se acabó la última subida de asfalto y enfilamos una pista de tierra que medio llaneaba, momento en que los 2 que abrieron carrera al principio se volvieron a colocar delante.

Después de una subidita medio dura, aunque corta por sendero, este último serpenteaba en falso llano hasta el núcleo de La Camella (Km 10). Los 2 de adelante me iban frenando un poco, pero no era cuestión de forzar un adelantamiento en un sendero estrecho en los primeros Kms de una carrera de 95, así que fuimos en fila india hasta entrar en la población donde en una subida de asfalto les adelanté.

Iba muy bien de piernas y de ritmo. Todo fluía (sobre todo los gases intestinales) y sólo una pequeña molestia en el isquiotibial de la pierna derecha encendía un poco las alarmas, recordando lo pasado en la trans.

La molestia siguió acompañándome, pero afortunadamente no iba a más, así que seguí corriendo como si nada. Con todo y sin buscarlo, resulta que iba el segundo en el avituallamiento sólido de Arona (Km. 12,5), aunque en esa distancia de carrera, aun íbamos todos muy apelotonados.

Me alcanzó un corredor de Huesca con el que compartí unos kilómetros, casi hasta Ifonche, Km 20, avituallamiento líquido, aunque no paramos, y donde nos cogió el palmero José Israel que venía como una moto con la marcheta de sus bastones.

Abandonado Ifonche la cosa se empezaba a empinar de verdad, y mis patitas acusaban lo escaso del entrenamiento y tuve que hacer andando más tramos de los que me hubiera gustado. Justo ahí me rebasó Pablo, que venía unos metros por detrás y muy a mi pesar ya no les volvería a ver el pelo ni a él, ni a Israel, ni al de Huesca.

Bueno, iba a lo mío. Intentando andar rápido cuando no podía correr y haciendo camino poco a poco.

Un poco antes de llegar a Vilaflor iba con la empanada y me pasé un desvío a la derecha y seguí subiendo por el sendero que traía y que me llevaba a un cruce más arriba donde no vi cintas ni marcas de la carrera. Busqué a izquierda y derecha alguna señal de la carrera y al no verlas, pasé unos instantes un poco aturdido, hasta que reflexioné y desandé el camino bajando hasta que me encontré con la última marca que había visto antes de perderme. Yo que bajaba y una luz que subía. Nos encontramos de morros y era el gran Ser13gio Fdez que también se había pasado el desvió, quizás confundido al ver mi luz.

Después de consultar el track de su GPS, decidimos retroceder un poco hacia abajo, cuando apareció otro corredor que se desviaba a su derecha (nuestra izquierda) en dirección a Vilaflor.

Le seguimos y llegamos al avituallamiento sólido de Vilaflor (Km 30) juntos, donde repuse líquido y comí algo. Una vez hecho el repostaje, seguí avanzando, siempre en subida. Ya estábamos cerca de la cota 1.500m. El frío se empezaba a sentir, aunque yo no me puse nada de abrigo.

Iban pasando los kms y también las horas, y llego al avituallamiento líquido del cruce de senderos (Km 34 de carrera) Un poquito antes se me unió el chico que encontré cuando me perdí antes de Vilaflor, que resultó ser Alexis, un viejo conocido de este modesto blog.

Justo en el momento que abandonábamos el núcleo de Galindo nos pusimos a hablar y a saludarnos, y pasamos por alto un desvío a la derecha en búsqueda del paisaje lunar, con lo cual afrontamos una dura subida de asfalto que no estaba en el guión de esta Bluetrail y nos la íbamos a llevar puesta de propina.

En ese despiste debió de pasarnos Ser13gio, que antes había parado a abrigarse, ya que le alcancé un poco más adelante, ya metidos en harina, en el paisaje lunar.

Sin darme cuenta me fui alejando de Alexis, al que ya no volvería a ver en toda la carrera, y me puse a la altura de Ser13gio, aunque no compartimos mucho recorrido porque llevábamos ritmos distintos.

Estaba en la zona del paisaje lunar y la cosa se ponía fea por momentos, a lo empinado del terreno, se sumaba un viento helado, que hacía que afrontara la interminable subida de picón a la Degollada de Guajara (km 40 y cota 2.400m) sin parar a abrigarme, pero sin dejar de andar y con los manos y brazos detrás en la espalda intentando protegerlos del viento y la cabeza gacha para que no se me congelara la cara y no se me volara la gorra. Conseguí salvar gorra, cara y brazos, pero las manos se me congelaban por momentos.

Por fortuna se acabo la subida y una bajadita técnica aparte de resguárdame del gélido viento me daba un poco de oxigeno al poder volver a correr. Aunque antes gire la vista hacia atrás y aparte de las luces de Sergio y Alexis vi. algunas luces más abajo, por lo que ya estaba tardando en poner pies en polvorosa.

Desde ahí ya fue toda mi carrera en solitario, sin volver a ver a ningún corredor hasta la parte final de la carrera, pero eso mejor lo contamos en la parte final, ya que esta es la parte intermedia.

Y siendo la parte intermedia, que mejor momento para un paradita técnica narrativa.

Continuaremos con el resto de la carrera y el fin de semana en otro escueto episodio.

4 comentarios:

  1. Joder tio me has tenido en cuenta hasta en tu cronica eres un crack pense que los maquinas como tu pasaban un poco de los populares como yo muchas gracias y si alguna vez regresas a tenerife este es mi movil por si en algo te puedo alludar 620803613

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  2. Alexis amigo mío, yo soy igual de popular que tú y que la mayoria de los que corremos. Máquinas son Heras y compañia.
    Además la misma ilusión que puede hacerte a tí verte en este espacio, me la hizo a mí cuando me saludaste. Así que en eso estamos empatados.
    De todas formas, cuando hago la crónica de una carrera me gusta ser fiel a la realidad de lo que me va pasando. Y tú formas parte de esa realidad, ya que compartimos parte del recorrido de la Bluetrail e incluso nos dimos alguna vueltecilla de más juntos.
    Gracias por tu comentario y si alguna vez vienes a Madrid tienes un amigo. Puedes localizarme en el 696956458.
    Un abrazo, y de verdad anímate con más carreras porque tienes un nivel para estar tan adelante como lo pueda estar yo.
    Un abrazo amigo.

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  3. Quiero leer la segunda parte, a ver dónde cogiste el metro, porque vaya rabo me metiste.

    "Llevábamos ritmos distintos", vaya eufemismo, je je.
    s

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  4. Ya me hubiera gustado haber cogido el metro, sobre todo en los últimos 30Kms. Madre mía! Pensé que no salía del sendero ese de los Órganos y el Portillo del Topo. En más de una ocasión estuve en un tris de sentarme a descansar.
    En la zona donde nos separamos, subiendo a la Degollada de Guajara por el tramo de picón interminable, yo acaché la cabeza y no paré ni un segundo, ni siquiera para abrigarme. Tanto esa, como el resto de subidas las hice andando y sólo trote en alguna facilita.
    Sobre la diferencia de tiempo final, no hay mucho secreto. Tú, según decías, no bajas bien, y yo bajo muy rápido. Ahí estuvo el asunto en esta ocasión.
    Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.
    Nos vemos en la próxima.

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