jueves, 21 de julio de 2011

ANDORRA ULTRA TRAIL. RONDA DELS CIMS. Parte II. La felicidad está en nuestros pies, aunque a veces nos empeñemos en desear cosas imposibles .



He pasado toda la noche sin dormir, viendo,
sin espacio tu figura.
Y viéndola siempre de maneras diferentes
de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que
es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo
con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no
pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
Para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que
quiero. Quiero tan solo
Pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.

(Poesia de Fernando Pessoa Adaptada por Teodoro Llorente.)

Aunque pueda parecer que no, esta poesia que dedico a la Travesera de Picos de Europa, tiene mucha relación con el desenlace de lo que leeréis a continuación.

Mi historia con esta ultra de Andorra viene ya de lejos. Más exactamente de 2009, donde estuve inscrito a la edición de ese año, pero finalmente por algún que otro motivo que no recuerdo, acabé por no viajar al país de los pirineos, perdiendo la posibilidad de correr el ultra y no amortizando por tanto lo invertido en la inscripción.
Pero es que, no contento con tanto derroche, en 2010 volví nuevamente a estar inscrito, descartando en su momento el desplazamiento y la consiguiente participación por las pésimas condiciones climatológicas que se esperaban para los días de la prueba, y que desgraciadamente se confirmaron atizando de lo lindo a los sufridos corredores/as, a tal punto que acabó suspendiéndose la carrera.(realmente no fue suspendida, sino neutralizada, modificando el recorrido, tal y como me corrige mi buen amigo Ángel Calle)
Sea como fuere, el caso es que más de 200 eurazos al cubo de la basura. Vamos, ni que me sobraran.
Bueno, pues este año, en un afán desmedido por lanzarme a hacer el burro más de la cuenta, otra vez que me inscribo para Andorra.
Recuerdo perfectamente el día que hice la inscripción, porque había varias distancias y todas me parecieron “cortas”. Todas, salvo la de 170Kms. Así que,  para que andarse con tonterías, me dije. Que si 106, 112,….no hombre, no……..La Ronda dels Cims.
Vamos, como si hubiera corrido ya unas cuantas 100 millas……. Cuando lo máximo que he llegado a correr del tirón fue la transgrancanaria de 2010 con sus “pírricos” 123Kms.
Pero, en claro complejo de Juan sin Miedo……….. Pónganme una de Ronda dels Cims, les dije a los de la organización.
Vale, me dijeron, pero tienes que acreditar una carrera de más de no sé cuantos Kms y por encima de no sé cuantos metros de desnivel………
No hay problema, acredito, acredito….les dije.
Hombre, me dice la señorita…………..pero si tu ya has estado inscrito en otras ediciones. Y, además, veo en la base de datos que no te presentaste.
Efectivamente, he estado inscrito, pero por motivos ajenos a mi voluntad, finalmente me resultó imposible acudir, le dije con voz afligida, como si me hubiera dado pena no haber estado allí.
Bueno, me dice con cierta ironía, pero está vez si que vendrás, no?
Claro, o eso espero. Le digo sacando pecho.

Está larga introducción viene a cuento, porque tendrá un peso importante en la decisión de viajar a Andorra  hace unos días para participar en la famosa ronda, de ahí que la incluya.
Hecha esa matización, vayamos con la crónica, como tal, de la Ronda dels Cims 2011 en su primera edición.
Para eso tenemos que retrotraernos en el tiempo al pasado miércoles 14 de julio del año en curso.
¿Y por qué al miércoles, os preguntaréis?
Porque el día miércoles, como dirían los sudamericanos, llegué a casa de currar a las 21:00h de la tarde noche, cuando mi horario de plegar son las 17:00 o las 18:00h.
No es cuestión de contar aquí las miserias laborales y, o, personales que no tengan que ver con lo deportivo, pero, como lo de las dos participaciones fallidas, también estos desajustes laborales tendrán un peso importante en todo lo que ha acontecido en mi participación en esta Rondita.
Siguiendo con lo anterior, comentar que mi trabajo consiste en gestionar una pequeña empresa de Reformas y trabajos en altura. Veo obras. Las presupuesto. Las coordino e incluso, salvo algunas que se subcontratan, las ejecuto. Un trabajo que me gusta, bonito, variado, pero que a pesar de tener un horario oficial non stop de 09:00 a 17:00h, a veces las cosas se complican y acaba uno llegando a casa a últimas horas de la tarde. Con ese horario seguido de 8 horas, no paro a comer (salvo frutos secos, algo de pan o fruta) para optimizar el tiempo y acabo haciendo una comida merienda cuando aterrizo en casa.
Pues, debe ser la ley de Murphy, pero casi siempre que tengo una carrera importante, esa semana previa suele ser de aupa en el curro, con el consiguiente desgaste físico y mental.
El caso es que allí estaba yo, el miércoles 13 de julio, sentado delante del ordenador, con un montón de papeleo pendiente por todos lados, cansado y sin haber comido.
Podría haber entrado en la Web de la Andorra Ultra Trail, para ver que material obligatorio pedían, el programa de la carrera e incluso los perfiles.
Podría haberlo hecho, pero estaba tan hambriento y agotado que lo único que me apetecía era darme una ducha, comer algo e irme a la cama. Y ajustándome a lo que me pedía el cuerpo, justo eso fue lo que hice.
Mañana, me dije, me planifico el día tranquilo, (si me dejan, claro) vengo pronto a casa, para que me dé tiempo a preparar todo lo de la carrera y salir para Andorra a media tarde. (Iluso de mi, pensé que como otros ultras, la salida de la prueba sería el viernes a las 00:00h, o incluso en la madrugada del sábado)
El asunto es que me compliqué lo justito en el curro y a las 16:00h estaba en casa dando cuenta de un plato de arroz con lentejas delante del PC.
Entre bocado y bocado, entré en Facebook, abrí el buzón del correo para leer los e-mails, y hecho todo lo anterior, por fin entré en la Web de la carrera.
Vi el perfil, el mapa, la previsión meteorológica, y cuando abrí la pestaña del programa de la carrera, casi me da un pasmo.
Resultaba que la salida de la carrera era el viernes 15 de julio a las 08:00 AM, pero eso con ser malo, no era lo peor. Lo peor era que la recogida de dorsales era el jueves 14 entre 15:00 y 19:00h de la tarde. Teniendo en cuenta que en ese momento eran las 16:00h del jueves 14, que Andorra estaba a unos “cercanos” 615Kms y que por tanto era materialmente imposible que llegara a tiempo de recoger el dorsal, estábamos hablando de algo serio.
No me lo puedo creer, repetía una y otra vez en voz alta.
Tan alto o tantas veces, que mi mujercita que más me quiere, se acercó preocupada por ver si pasaba algo.
Si que pasa Itziar, le dije. ¿Sabes a que hora es la salida del ultra de Andorra? Y peor que eso ¿Sabes a que hora se acaba la recogida de dorsales? Le pregunté.
Pues, la verdad es que no, fue su lógica y normal respuesta. Para que iba a necesitar saberlo yo, me dijo.
Pues la carrera arranca el viernes a las 08:00h AM y los dorsales sólo se pueden recoger el jueves entre 15:00 y 19:00h., le dije.
Uppsss! Vaya faena! Dijo. ¿Y como es que no lo has mirado antes? ¿Y qué vas a hacer? Me preguntó.
No lo sé. Les he mandado un e-mail a los de la organización, dado que en su Web no aparece ningún teléfono para contactar con ellos, diciéndoles que estoy en Madrid y que no me da tiempo a recoger el dorsal y preguntando si lo puede retirar otra persona en mi lugar o puedo retirarlo yo el viernes antes de la salida.
Estoy pendiente de que me contesten, porque no quiero darme la paliza del viaje para que luego no me dejen correr. Como nunca sabes el celo que ponen en estas cosas. Algunos son muy radicales y cuando dicen que no dan dorsales el día de la carrera, es que no los dan.
También he mandado por Facebook un mensaje a Arturo Herrera de León y a José Ramón Ortiz, confiando en que tengan Facebook en sus móviles, contándoles mi situación para ver si ellos hablan con la organización y me confirman que podría correr.
Y como último cartucho, le he mandado un sms a Ángel Calle, que sé que viajaba esta tarde con su familia para Andorra (él participaba en la Ultra Mitic de 112kms)
Voy a esperar hasta las 19:00h y si por ninguna de esas vías tengo noticias, descarto el viaje. Le dije.
Mientras pasaban las horas, ahí estaba yo delante del ordenador, haciendo algo de curro de oficina, sacando algún presupuesto y emitiendo alguna factura.
Llegó la hora de acostar al campeoncin, las 20:00h, y después de su baño diario y su biberón de leche con cereales, le dimos las buenas noches, pero aunque si para él, no lo eran para mí. (principalmente porque aún no había oscurecido y seguía sin noticias desde Andorra)  
Una vez acostada la criatura, decidimos cenar Itziar y yo.
Después de cenar y en previsión de una última medida desesperada, decidí preparar la mochila, la comida, las zapatillas y la ropa para la carrera.
Me dije, yo lo dejo preparado y si finalmente decido viajar, es algo que ya tengo hecho.
A eso de las 21:00h sonó el teléfono y era Ángel, que había hecho un alto en su viaje a Andorra y había visto mi sms.
Le puse en situación, y me dijo que tranquilo, que estabán a algo más de una hora de Ordino y que él pasaba por la zona de recogida de dorsales y me hacía la gestión de la retirada del mío.
Me dice que si consigo el dorsal y finalmente acabo viajando, eso supondría  estar dos noches sin dormir y que si soy consciente de lo que supone eso para afrontar 170Kms.
Bueno,-le dije- la verdad es que ahora mismo es lo que menos me apetece. Meterme 615Kms de furgoneta y luego 170Kms de monte, pero bueno. Tú pregunta si lo puedo recoger mañana y ya decidiré.
Volvió a sonar el móvil sobre las 22:00h y no era Ángel, era una chica de la organización preguntándome si iba a pasar a retirar el dorsal, puesto que era el único que no lo había hecho.
Le conté que por motivos de trabajo aún me encontraba en Madrid y que si me lo daban el viernes antes de la salida, pues que me plantaba allí.
Me dijo, que sí, pero que tenía que ser a las 07:00h AM, no más tarde.
Ok, le dije que allí estaría antes de esa hora, la verdad es que no muy convencido.
Me quedé un rato pensando en que hacer, cuando volvió a sonar el móvil y esta vez si que era Ángel. Me dijo que estba con la chica que me había llamado y que él tenía mi dorsal y que me lo dejaba en la recepción del camping Annapurna que estaba abierto las 24 horas.
Genial, le dije. Muchas gracias. En breve salgo para allá.
Apareció Itziar, la puse al corriente de las últimas noticias y me pregunta que iba a hacer.
Le dije que no lo sabía, Que por un lado iría a la carrera, aunque yendo en estas condiciones no la acabaría. Pero por otro lado, estaba cansado y no me apetecía mucho, sobre todo el viaje y pasar la noche sin dormir.
Allí estaba, sentado en el despacho. Mirando el recorrido San Sebastian de los Reyes-Andorra en Google maps. Y pensando, voy, no voy, voy, no voy…..
Ir era una locura, por lo que lo más razonable sería quedarse.
Pero por otro lado, la sombra de la retirada en la pasada travesera era alargada y martilleaba mi cabeza como un martillo pilón.
Por culpa del estrés del trabajo, llevaba sin correr por el monte desde el jueves 7 de julio en el entreno tarduno-nocturno-madrugaduno por La Pedriza con los clásicos del tierra trágame de los jueves + David Pacheco y Javier Rodrigo, donde nos cascamos 29Kms ricos, ricos.
Total, lo que necesitaba era una buena dosis de kms por la montaña y no me valía la sierra de Madrid. Quería correr con un dorsal y quería hacerlo en Andorra.
La travesera, el tercer año consecutivo apuntado a Andorra sin acudir, el trabajo,….finalmente se impusieron a la lógica, y ni el cansancio del momento, ni los 615Kms, ni la noche sin dormir que me esperaba, fueron obstáculo para que, armado con 2 coca colas Zero, para combatir la aparición de sueño, a las 23:00h del jueves 14 de julio emprendiera viaje a Andorra.
Calculaba llegar a Ordino sobre las 05:00h AM, con lo cual podría apurar y dormir algo menos de 3 horas, que tampoco estaba nada mal.
Lo malo es que no contaba con las obras en la nacional II, y sus múltiples estrechamientos de calzada con circulación alterna, lo que ralentizó el viaje más de lo que me hubiera gustado.
El tramo desde Lleida a Andorra no es que fuera especialmente rápido ya que atraviesa infinidad de poblaciones con sus correspondientes travesías de 40Km/h.
Tampoco es que, ya en Andorra, el tramo desde San Juliá de Loria hasta Ordino fuera un circuito de velocidad.
Sumados todos esos imponderables, el caso es que cuando aparque la furgo en Ordino, cerca de la salida y una vez recogida la bolsa del corredor, que tan amablemente me había dejado el bueno de Ángel en la recepción del camping Annapurna, eran cerca de las 06:00h AM.
Abrí el techo elevable de la Multivan y me dispuse a echar una cabezadita, pero caí en la cuenta que en 2 horas era la salida, así que en lugar de dormir, tocaba desayunar para dejar al menos 2 horas entre el almuerzo y la carrera.
Claro, una vez desayunado, (Un bol pequeño de pasta blanca, un batido de proteínas, un plátano, anacardos y algunos dátiles) a ver quien era el guapo que se ponía a dormir, sobre todo pensando en lo que me esperaba al despertar.
Así que como no podía dormirme, me dediqué a enviar los susodichos mensajes de Facebook recogidos en la parte I de esta crónica. Que concluirá con la tercera y última entrega, donde se recoge lo que fue la carrera propiamente dicha de uno mismo.

10 comentarios:

  1. Deseando que llegue el desenlace. Eres un autentico crack. Curro, casa, familia, furgoneta, no dormir y en salida. INCREIBLE!!

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  2. Ay ay ay, qué personaje estás hecho... Vaya historia de terror.
    s

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  3. cuando yo digo q eres superchelis es x algo

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  4. me quedo con la canción!!! si no deseas imposibles nunca lograrás nada!!!!

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  5. Leyendo tu crónica me ha entrado un estress que no veas.
    Y luego algunos no podemos dormir porque tenemos una media al día siguiente a 20 kms. de casa, la próxima vez que me encuentre en la situación me acordaré de ti, jeje...

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  6. Te pudieron las ganas pero hay cosas que no pueden ser...conozco esa sensación de no poder abandonar algo que has deseado durante mucho tiempo pero a veces es mejor dejarlo pasar.Ya volverán otras Rondas con más descanso y en mejores condiciones.La verdad es que leyendote a mi también me estaba entrando un agobio-fatiga impresionante.
    Animo y que no te vayan pesando estas últimas aventuras "interruptus".

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  7. Me estoy cansando sólo de leer la hora a la que saliste camino Andorra, con lo que tenías por delante.... amazing!!!!

    Por supuesto deseando leer la tercera parte, jeje.

    Saludos

    DavidP

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  8. Creo que diste demasiadas ventajas a la carrera. La próxima vez, ademas de llegar sin dormir, sin entrenar, sin preparar el recorrido, etc... deberías ir tambien sin zapas. Asi, cuando por fin acabes un ultra tendrá un mérito de c... :-D

    Ea, ya en serio, nos puede la ilusión. Y eso mal remedio tiene, majo. Quizá el día que se vuelva uno racional y precavido para correr, lo primero que descubra es que abordar un ultra es en sí mismo una insensatez sin pies ni cabeza :-) :-)

    Andorra te debe una, te la cobrarás. A su tiempo.

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  9. me suena tanto tu historia superchelis, me recuerda tanto a la mismita vida q lleva don arturo, hasta trabajáis en los mismo jajajaja un abrazo muy fuerte.

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  10. Antes de nada, perdonad por no contestar vuestros comentarios. No tiene uno tiempo de nada.

    Tranquilote, muchas gracias. Aunque todo lo acontecido y publicado en esta crónica se vuelve un poco contra mí, pero soy un tio echado para "alante" y salvo en las carreras donde me "rilo" con bastante más frecuencia de la deseada, pienso que hay que intentar ser consecuente con uno mismo. Como en el matrimonio....en la salud y en la enfermedad....


    Ser13gio. No sé si personaje o personajillo, pero siempre se agradece la visita de su excelencia.

    Marise, al hilo de tu comentario, es curioso pero los padres de mi mujercita me llamaban "Iron Man". Era de los tiempos donde uno acababa carreras y todo. Ahora les debe dar vergüenza decirlo, pero seguro que piensan en mi como "hojalata man".
    No importa, cual terminator.......Volveré!!!!

    Pablo, por eso elegí la canción. Además de por que soy un fan irreductible de The Cure.

    Emilio, entiendo tu estress porque debe ser parecido al que me toco vivir con todo lo acontecido.
    La próxima crónica espero hacerla más relajada, que no es plan estresar a los amigos.

    Paulino, tienes razón. Aunque más que las ganas, fueron un cúmulo de circusntancias (Abandono en Travesera, estress de curro, ansiedad, etc..) que sumadas todas ellas, dieron como resultado el viajecito andorrano. Pero no me arrepiento y volvería a hacerlo, sabiendo que el final sería siempre el mismo.

    David, qué decirte. Gracias por estar siempre ahí leyendo mis desventuras y comentándolas. Espero en breve darte alguna alegría en forma de aventura completada. (jeje)

    Sergio, estan los ultratrails y sobre todo estamos nosotros como para ir dándoles ventaja.
    Prometo que a la próxima aventura iré como Dios manda.
    Tienes razón y hay que seguir siendo un poco irracional (aunque quizás no tanto) porque si pensáramos un poco en lo que hacemos o intentamos hacer, a buen seguro que no lo
    haríamos o no lo intentariamos.
    Mejor seguir siendo un poco locos, aunque no tan quijotes.

    Marise, que te voy a contar que no sepas. Tienes en casa un reflejo de mi día a día en los de Arturo.
    Pelín dura la vida esta del empresario de pacotilla, y si encima es de empresarios de "altura", ni te cuento.

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