sábado, 30 de julio de 2011

ANDORRA ULTRA TRAIL. Ronda dels Cims. Parte III. Mirando siempre el lado brillante de la vida.






Dicen que la cabeza del ser humano es redonda para permitir a los pensamientos cambiar de dirección. Que pensar es moverse en el infinito. Y que si mirásemos siempre al cielo, acabaríamos por tener alas. Pero finalmente la realidad que nos toca vivir en cada instante, no deja de ser como una llama frente al viento.
Allí estaba yo, en Ordino, tumbado en la cama del techo elevable de la Volskwagen, a eso de las 06:00 A.M, pensando en cuanto tardaría en apagar el viento de la lógica la llama de mi participación en esta Ronda.
El caso es que entre pensamientos que cambiaban de dirección, infinitos, alas y llamas al capricho de Eolo, el tiempo que pasaba inexorablemente y uno que no se podía dormir. Y en lugar de dejar la mente en blanco y tratar de descansar, no tenía nada mejor que hacer que enviar mensajitos por Facebook…….
Ay, esa dichosa afición por el caralibro……..
A las 07:15h AM hora local Andorrana, sonaba el despertador en la Blackberry y uno tenía la sensación de: “Jo! pero si acabo de llegar de un viajecito de 615Kms”. Como si el viajar de madrugada fuera a estirar más los amaneceres.
La primera intención, una vez que silencié la alarma, fue la de mandar al carajo la carrera y seguir cómodamente tumbado……….una vez descartada esa opción, que hubiera sido del género tonto, la segunda idea fue la de apurar un poco más de tiempo y seguir cómodamente tumbado………….pero cayendo en la cuenta de que no tenía nada preparado, que me estaba meando, que la salida de la prueba estaba a unos lejanos 600m de la furgo, y sobre todo que no había mucho que apurar porque en 45’ se daría la salida, pegué un bote y salte de la cama al suelo del salón de la Multivan.
Me puse unos pantalones, una camiseta, me calcé unos tenis-playeras-zapatillas, y después de desbloquear el cierre centralizado de la furgo con el mando-llave al efecto, y deslizar la puerta corredera lateral, salí al exterior para hacer el correspondiente y necesario pis matinal.
Temperatura fresca fue lo primero que noté, seguido de una sensación de alivio al ir descomprimiendo la vejiga con el natural proceso miccionador. También un ruidito similarmente parecido al del bloqueo de un cierre centralizado, que por un momento pensé que era familiar. “Va, no puede ser mi furgoneta”, pensé. Pero por un instante me entro la duda, y sin dejar lo que tenía entre manos, eché un vistazo alrededor tratando de buscar el origen del ruido en un vehículo cercano y ajeno.
Después de comprobar que no había ningún bicho viviente por los alrededores, caí en la cuenta que era la Multivan la que se había cerrado central y automáticamente. (De ahí viene lo del nombre de cierre centralizado). Bueno, pensé: “No pasa nada. Porque no he podido ser tan membrillo como para salir de la furgo, cerrando la puerta tras de mi, sin haber cogido la llave”. (Para los que lo desconozcan, en la Volkswagen, si estás dentro, desbloqueas el cierre centralizado y sales del vehículo sin abrir alguna de las puertas delanteras, pasados unos 2 minutos, la furgoneta se cierra automáticamente)
Como no las tenía todas conmigo, sacudir y guardar fue de una rapidez inusual.
Con las manos ya libres, comencé a palparme los bolsillos buscando la llave salvadora y abridora de puertas de furgonetas cerradas a cal y canto. Pero hete allí que no había rastro del vil instrumento infernal.
No me lo podía creer. Allí estaba yo, 40’ antes de la salida de la carrera, a la intemperie, fuera de la furgoneta, sin dormir, sin descansar, y lo que era peor sin la llave para poder entrar. (Anda que menos mal que me había dado por vestirme y calzarme cuando salí, porque podría haber estado perfectamente en gayumbos y entonces la estampa hubiera sido de traca)
¿Para esto he hecho 615Kms?  Esto es de locos! Pero si ni siquiera he podido encender la llama! Como si eso fuera a abrirme la furgoneta……
En los siguientes minutos me dedique a darle vueltas a la furgo, tratando de buscar algún resquicio por donde introducirme dentro. Pero ni por más vueltas que daba, encontraba solución al problema.
Pensé que podría romper una luna y entrar, pero entonces no podría correr porque la tendría que llevar a un taller para que le repusieran el cristal. No iba a dejar la furgo 2 días sin una de sus lunas.
Vale, el tema de acceder al vehículo parecía tener solución. No así el de participar en la carrera.
En una de las múltiples miradas que eché al cielo, tratando de buscar una justificación divina (en realidad era para jurar en arameo) a lo sucedido, de repente me dí cuenta de que tenía el techo elevable levantado.
“Tate, como no me había fijado antes. Me subo a lomos de la furgo, rasgo la lona del frontal, me cuelo dentro, y luego bajo el techo y el desaguisado queda oculto y a salvo de los amigos de lo ajeno”. Acababa de obtener la salvación a mis males del momento. Otra cosa sería luego como le explicaría a mi mujercita que había tenido que hacerle un siete (que al final acabo siendo un nueve) a nuestro querido y caro techo elevable, pero eso sería en su momento.
Con el cristal de una botella abandonada rasgue con todo el cuidado que pude (como si tratara de no hacerle daño) la lona. Hice un corte tan pequeño, que claro no entraba. Con lo que tuve que agrandar la herida. Cuando creí que ya lo tenía, hala para dentro. Introduje la cabeza, los hombros, brazos y a la hora de meter el resto del cuerpo, allí que se me enganchó la rodilla derecha y RASSSSSSSSS! el supuesto siete hecho con mimo, se convirtió en un nueve salvaje.
No había tiempo ni lugar para las lamentaciones. Faltaban 30’ para las 08:00h y o me daba prisa o me quedada, además de sin lona frontal sana, sin carrera.
Baje el techo, hice la mochila raid runner (bueno, para ser exactos la mochila venía perfectamente hecha por las gentes de Raidlight. Quería decir, que la llené con el material para la carrera), preparé la comida, bebida, bastones raidlight, zapatillas XT WINGS, camiseta Pearl Izumi, mallas Salomon, calcetines Injinji, buff de Ranning, gorra Sahara de Raidlight y reloj Polar S-725.
Salí del vehículo, ahora sí con la llave, y emprendí galope, que pronto se convertiría en trote, hasta la zona de la salida.
Aparecí por la plaza de Ordino donde ya pululaban otras almas seguramente no tan en pena como la mía.
Acostumbrado a las carreras canarias, donde ingentes marabuntas de corredores pueblan las salidas, en esta Ronda Dels Cims, se observaba poco personal.
Bordee el arco de salida en busca del corralito oteando el horizonte, mientras avanzaba, por si atisbaba a ver a gentes conocidas, entre otros a unos amigos canarios venidos desde Tenerife.
Curiosamente al 1º que vi fue al más pequeño de tamaño, que no de calidad, como era el herreño José Ramón Ortiz, al que saludé efusivamente.
Después del abrazo de rigor y de unas palabritas de ánimo mutuas, yo que sigo para bingo y el se queda en la línea. (Participaría en la Ultra Mitic, con sus “modestos 112Kms”. Donde por cierto firmaría un sensacional 7º puesto absoluto)
Paso el control de chips y entro en el corralito buscando a Arturo Herrera de León entre la peña. “A este si que tengo que verlo fácil”, pensé. Como es un autentico Geiperman!
Pues ni por esas. No le vi, y me quedé en 4ª o 5ª fila esperando verle antes de salir.
Al poco apareció por detrás y nos dimos un abrazo. Charlamos brevemente y después de desearnos suerte, me presentó a José Manuel Rocha, del que había oído hablar maravillas, y a un tal David y una tal Loreto, que no conocía, y que tuvieron un protagonismo estelar en la Ronda, finalizando 2º absoluto y 1ª chica. Creo que también saludé a otros 2 chicos de Tenerife, hermanos para más señas.
No había tiempo para más. Anunciaban la salida por megafonía y con puntualidad andorrana, se iniciaba el paseuco por los montes del país de los pirineos.
Sorprendentemente la gente no sale disparada, cosa que me va de perillas, y salimos muy pausadamente. Una bajadita inicial y enseguida una calle que sube, bordeamos unas casas hasta salir a un camino y empieza a picar para arriba la cosa, aunque en falsos llanos muy corribles.
Heras se puso en cabeza y abrió un hueco de unos 100m con Salvador Calvo, Adolf Aguilló y otro corredor con pinta de francés (pantalón raidlight, zapatillas cubiertas con guetres, mochila S-Lab, camiseta por dentro del pantalón, pelo rubio largo recogido en una coleta…….vamos, un gabacho en toda regla. Luego resultó ser el corredor oscense Oscar Pérez).
Justo detrás del cuarteto iba yo mismo sin mucho esfuerzo, bien de sensaciones, suelto de piernas, de momento sin notar la noche y madrugada toledana vivida.
Salimos de 1.280m (Ordino) y después de una subida continua por sendero llegamos hasta los 1.620m (todos estos datos, son sacados del road book, yo bastante tenía con correr intentando no perder la estela de los de delante), una bajadita por bosque, donde ya no vemos a Heras y tira del grupo de 4, Aguilló. Salimos a una pista, nueva subida suave al principio y fuerte después, donde el catalán se queda un poco, y Salva Calvo, Oscar Pérez y yo seguimos unos detrás del otro. Un poco más atrás aparece el alemán Uli Calmbach (viejo conocido de la pasada transvulcania, donde tuvimos un duelo desigual. El me pasó quitándome las pegatinas en el cresterio buscando el Roque de Los Muchachos, y yo recuperé mis pegatas y le quite las suyas en la parte final de la bajada del Time al puerto de Tazacorte. Claro, que entre Tazacorte y Los llanos de Aridane todas las pegatinas se las llevó él nuevamente, así como el 10º puesto final.) 
Bueno, me digo, si voy delante del teutón, que sube como un campeón, es que voy mejor de lo que cabría esperar. Además Salva y Oscar no se me van, e incluso una vez pasado el pueblo de la Cortinada, donde estaba José Ramón de espectador, me permití el lujo de ponerme a tirar del grupito.
Eso, si durante 500 ó 600 m no más, jejeje…..luego, les dije aquello de “pasad, pasad, que a mi me da la risa”, en cuanto empezamos la primera subida importante del día.
Una leve sonrisita, supongo que irónica, se dibujó en sus caras. Pensarían lo de “ De donde habrá salido este mastuerzo?”
Ellos marcaban el ritmo y yo que les seguía como si tal cosa. Hablándole a Oscar de nuestro amigo común Samuel Arroyo. Calvo no abría la boca e iba a lo suyo.
Aquello subía que se las pelaba, y en una de estas que miré para arriba para ver lo que nos quedaba, y cual fue mi sorpresa cuando vi a Heras apenas a 400m de nosotros un poco más arriba. Lo primero que me paso por la cabeza fue: “Joder, que despacio y cerca va, no? A ver si es que no va bien” Claro, que enseguida me dí cuenta de que estaba cerca, pero bastante más arriba que nosotros 3 y además apenas llevábamos 8 ó 9 Kms de una prueba de 170Kms.
Entre mirar y pensar, en un momentito el dúo Calvo-Pérez se me fueron unos cientos de metros y el amigo Uli, me enganchó por detrás.
Yo a lo mío, y decidí que era un momento tan bueno como otro cualquiera para desplegar los bastones raidlight plegables. Así que dicho y hecho, y a imagen y semejanza del alemán, ya estaba tratando de emular su estilo subiendo (no veas como sube el tío, parece que tiene 4 patas), pero ver mi técnica depurada nada tenía que ver con la suya, y lejos de acercarme a su estela, esta se iba alejando poco a poco, aunque tampoco demasiado.
Eché una miradita para atrás y para abajo, y venía Adolf un tanto descolgado y mucho más abajo se atisbaba algún otro corredor, pero si la carrera hubiera acabado en el collado que estábamos subiendo o en la bajada siguiente mi posición en aquel instante no hubiera peligrado.
Justo en la collada de Ferreroles estaba situado el control 1, aprox. Km 17 (creo), donde pasé en un circunstancial 5º puesto.
En la bajada posterior buscando el refugio de Sorteny, donde estaba ubicado el primer avituallamiento de la prueba, y conocedor de la falta de pericia del amigo Calmbach bajando, aproveche para adelantarle y llegar al refugio justo cuando Oscar y Salva lo abandonaban. Fue la última vez que los vi en la carrera.
Había bastante gente animando, e incluso un hombre de pelo blanco armado con una cámara de fotos, después de sacarme una instantánea, me preguntó si era Zigor. No, le dije. No soy Zigor. Soy Chelis, José Luis Valle. Aunque viendo la cara que puso cuando se lo dije, me pregunté para que lo había hecho. Podría haberle dicho que era Perico de los palotes. Porque entre decirle que era Chelis o Perico, al hombre le hubiera dado igual, porque no tenía ni la más remota idea de quien era uno o el otro. Se debió pensar que sería alguien conocido al llegar el 4º, y cuando oyó quien le dije que era, ni siquiera malgasto una segunda foto.
Anécdota del cameraman al margen, yo que paré  a avituallarme y Uli que llegó al instante.
No tenía hambre ni sed, pero decidí que mejor un reportaje por lo que pudiera pasar.
Uli paró lo que Vettel, y yo lo que Massa o Alonso. Tal fue así, que cuando quise soltarme a correr, las patitas me dijeron: Noooorrrrrrrrr!!!!!!
Se me habían quedado pies de plomo en la paradita de marras. Maldito pit stop!
Nada, que se me había gripado el motor. Era como un fuego donde se había acabado la leña. La dichosa llama que depende del caprichoso viento.
El cansancio acumulado se apodero de mí y parecía ser como la arena de la playa, que ni se mide ni se cuenta. (Parafraseando al profeta Oseas)
No estaba para sacar pecho, pero había aguantado en buena lid la friolera de 21Kms,
21 de 170. jajajajaja. ¿Pero a donde iba yo, alma de cántaro?
Ya con la suerte echada para servidor en la prueba, poco a poco, paso a paso, fuimos mis penas y yo, buscando un lugar optimo para la retirada.
La Portella de Rialp, el estany Esbalçat, donde paré a quitarme una china de las zapatillas y a tomarme un gel y beberme todo el líquido que llevaba encima, como si eso fuera a darme alas………….justo en esa parada técnica, me pasaron 2 ó 3 corredores certificando la muerte deportiva propia.
Como era de esperar no hubo alas posibles y si una petada de uno de los bastones de raidlight que decidió desmarcarse de la carrera pasando de rosca una de sus levas con lo que no podía mantenerse derecho………mira tú, como yo…..jejejeje.
En el avituallamiento de la Coma de Arcalis, Km 32 de carrera, al pié de las pistas del mismo nombre, decidí que era un buen sitio para dejar esta aventura.
La gente me animaba y me decían aquello de “vas muy bien. Se te ve muy entero”….a lo que yo respondía. Si, se me verá enterísimo, pero yo me quedo aquí.
Decidí comer algo salado y beber, ya pensando en como volver a la furgo. Vino una chica con una cámara de video y filmo haciéndome unas preguntas sobre que me parecía la prueba en comparación con otras que hubiera corrido.
Le contesté que, hasta ese momento, no era ni más dura, ni más blanda, que otras. El trecho recorrido hasta allí había sido relativamente cómodo, con verdes praderías y senderos no demasiado técnicos y sin subidas excesivamente duras ni largas. Claro que aquello era menos del 20% de la distancia total de la carrera y sin duda lo peor estaría por venir.
No sé si por la chica de la cámara o porqué, pero es que el caso es que decidí seguir un poco más y ascender el Pic de Cataperdis que teníamos al fondo de las pistas de esquí y retirarme en el siguiente valle. Así que hacía allá me encaminé.
Al final de la pista comenzaba la subida en si misma al Pic de tan curioso nombre, y en ese principio de subido tuve la suerte de coincidir con un simpático chico de Barcelona que estaba dando un paseo y subimos juntos en amena conversación hasta la cima del Pic, donde había gente de la organización, y volví a oír aquello de “vas muy bien” “que buena cara” y yo erre que erre con mi discurso, “que no, no os engañéis. Voy muerto. Tengo las piernas plomizas y un cansancio mayúsculo. Me retiro en cuanto baje al otro valle”
Me dijeron que era mejor que volviera al avituallamiento y que así podrían bajarme en todoterreno o bus a Ordino.
Les dije que no. Que estaba cansado, tenía las piernas más para allá que para acá, pero que estaba perfectamente como para continuar hasta Ordino. Que tenía comida, agua, dinero, móvil y que quería volver a Ordino por mis propios medios. O sea, corriendo o andando.
Muy simpáticos y amables, me indicaron que en el estany que se veía en el otro valle, había un puesto de control, que allí dejara el chip y que desde allí podía bajar hasta el pueblo de Llorts, haciendo a la inversa el recorrido del Ultra Mitic, y desde allí regresar a Ordino.
Baje corriendo hasta el estany, Km 35, llegué al punto de control, como obediente que soy, entregué el chip, y me lance corriendo monte abajo en busca de Llorts.
Debe de ser que cuando uno ya esta fuera de competición se relaja y ya no fluye la adrenalina, ya que se me hizo larguísima la bajada. Tanto fue así, que desde Llorts hasta Ordino me dije que iba a correr Rita. Eran cerca de las 14:00h, nadie me esperaba, así que maldita la falta que hacía seguir corriendo.
En las calles de Ordino, la gente me miraba como un extraterrestre vestido de blanco palomo, con gorra, gafas de sol y mochila con portabidones.
Sinceramente a mi, ya todo me daba igual. Sólo quería llegar a la furgo, quitarme toda la parafernalia de ultrarunner fallido y pensar en que haría el resto del día.
Una vez vestido de paisano, lo primero era comer algo caliente y salado. Así que para Escaldes que me fui.
Aparque en uno de los aparcamientos exteriores al efecto (muy barato por cierto) y busqué un sitio para comer algo.
Deambule de aquí para allá y finalmente acabé en Andorra la Vella entrando en un Frescoo. Un buffet de entrantes fríos, una coca cola Light y una porción de pizza por unos módicos 14,95 euros.
Me comí el trozo de pizza, me tomé el refresco y dejé los entrantes ya que no estaban demasiado buenos.
Visita obligada a Alpesport y Jorma Bike, y después de anunciar lo previsible a mi mujercita que más me quiere, y en contra de mi primera intención que era quedarme a ver la salida de la Ultra Mitic, arranqué rumbo a casita, a donde llegué a primera hora de la mañana del sábado (teniendo que hacer una parada obligada por el sueño pasado Zaragoza) justo a tiempo de ver levantarse al campeoncin.
Dado que mi Itziar había quedado con sus amigas del foro de embarazadas y se llevaba a Luis, tenía el día libre, así que con la Rocky Mountain de freeride acabé por desengrasar un poco las piernas y la cabeza por la sierra de Madrid.
Al final no salió tan mal el fin de semana. Por un lado viajé a Andorra que era lo que quería. Tomé la salida. Hice 35Kms oficiales del recorrido + cerca de 20 adicionales.
Y el sábado a primera hora de la mañana estaba tan ricamente de nuevo en casita.
Salí con la bici de freeride el sábado y disfruté de la familia el domingo.
Así fueron las cosas y así las hemos contado.
Aterricé en Andorra sabedor de que esto que sucedió era lo que por lógica tendría que haber sucedido, dadas las circunstancias que me rodearon en esta aventura.
Como primera consecuencia de este desenlace, se dio mi renuncia a viajar y participar en el TOE (Tour des O’issans et des Ecrins), que se celebró los pasados días 20 y 21 de julio, en el que estaba inscrito, y donde el fenomenal corredor cántabro y amigo, Pablo Criado finalizó en una fantástica 2ª posición.
No me veía yo motivado, mentalizado y con piernas para intentar completar 180kms del ala. Además ir supondría dedicar una semana entera de vacaciones para la prueba, y después de un análisis frío y sensato del asunto, llegué a la clara y contundente determinación de que ahora mismo no estaba uno para esos trotes.
Como dice el proverbio, “Si encuentras miel come lo justo, no sea que te hartes y la vomites”.
Mejor descansar e intentar preparar el Gran Raid des Pyrinees del próximo 27 de agosto.
Gracias a tod@s por los ánimos y por los consejos. Mejor no cito nombres, porque sino necesitaría una 4ª entrega para dar carpetazo a esta crónica.
Me quedo con uno que me hizo mucha gracia:
“La próxima vez que abandones una carrera, cogeré una piedra con la mano derecha, otra con la mano izquierda y haré ZAS con tus huevos en medio”
Gracias infinitas a los que habéis tenido la santa paciencia de seguir este hilo de la Ronda dels Cims.

6 comentarios:

  1. Una foto tuya entrando por el techo de la furgoneta no tendría precio. De todas formas podria haber sido peor. Imagínate que te pilla la poli "forzando" la furgo y te lleva a pasar la noche a comisaría, DE PELICULA!!!! Otra cosa , por favor no me presentes a tus amigos, no me gustan sus consejos 
    Un saludo desde Tenerife

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  2. superchelis casa vez q leo una crónica tuya parece q lo estoy viviendo yo, como te puedes acordar de todo?espero q nos veamos pronto un abrazo.

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  3. Algo tan grande y tan largo como la RONDA no podía acabar con un simple viaje de ida y vuelta y como mucho un pinchazo o quedarte sin gasofa, tenía que acabar con la lona "rajá". Ay madre si me pasa eso a mi. Se acabaron las mochilitas, las zapatillas y las carreras hasta que no se ponga de nuevo el techo!!!

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  4. Qué buen rato he pasado leyendo la crónica. Ya estoy esperando la del Gran Raid des Pyrinees, jeje...
    Emilio

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  5. jajaja, impagable lo de la furgo. esta clarísimo: No era tu destino disputar esta ronda del Cims 2011. :-D Toda la fuerza del mundo para el GRP...pero por favor, en esa trata de ser menos "creativo" en los preparativos y centrate en la rutina habitual de un corredor formalito.
    Te parecerá algo aburridisimo eso de dormir mucho, comer bien, ir con tiempo, etc...pero YES YOU CAN :-D :-D

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  6. Lo primero, como siempre agradecer vuestra presencia en este espacio.
    Son impagables vuestros comentarios, sobre todo después de tener la paciencia de leer esta entrega.

    César, fue una pena no haber podido grabarlo. Pasado el tiempo me hubiera reido mucho de mi mismo. Pensando en ello, también me rio aunque no es lo mismo.
    Sobre los amig@s, ya sabes que siempre desean nuestro bien.

    Marisé, afortunadamente tengo buena memoria. Y no es selectiva, ya que me acuerdo de lo bueno y de lo malo, aunque esto último me caricaturice un poco.

    Tranquilote, jajajajaja, a mi no se me acabaron mochilitas, zapatillas y carreras porque tengo un joyón por mujercita y sabe que necesito echarme al monte........jajajaja
    Lo del techo no fue tan grave. Con unas puntaditas se arregla, aunque aún sigue el destrozo sin reparar.

    Emilio, me alegro que te hayas divertido. Espero que con la del Gran Raid des Pyrinees además puedas decir aquello de "Bravo Chelis" acabaste!!!!!! jajajaja

    Sergio, intentaré ser normal para pirineos, que buena falta me hace.
    2 ultras completados de 7 intentados es un bagaje bastante lamentable, la verdad.
    Te haré caso y dormiré, descansaré, iré con tiempo y espero que después de todo eso. SI QUE PUEDA, jajajaja.
    Espero quee tu suerte en UTMB sea la que te mereces y leamos nuestros pequeños éxitos.
    Un fuerte abrazo

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