lunes, 3 de octubre de 2011

ANILLO DEL VINDIO. Vuelta circular de Picos de Europa uniendo todos sus refugios. Parte II. La historia contada con gentil compás por uno más.


Muchos fueron los artistas invitados al evento,
Pero sólo cinco hicimos acto de presencia
Rivero, Jorge; Martínez, Jesús; Montes, Roberto;
Criado, Pablo; y este que sentencia.

Un quinteto que no era tal, como pudiérase creer
Porque habíamos de ser seis nombres
El último del Cares no tardaría en aparecer
Y una vez con Pacheco, David, nuestro destino, Sotres.

El sol caía a plomo sobre el aparcamiento
Mientras la liturgia de los preparativos
Nos entretenía por más que un momento
Que me llevo, que no? Todos dubitativos!

Deshojadas las margaritas del que vestir y que portear
Tocaban las fotos de rigor antes de empezar
Pero antes, a la fuente a por agua que cargar
Que mucho tiempo y trecho sin fuentes íbamos a pasar.

Dejamos atrás Sotres por pista encementada
Y subimos tranquilos en busca del Collado de Antesoles
De excursión con charla relajada
No en vano la mentalidad era ir sin sofocones.


En un mírame la mano, el collado superamos
Y después de una corta bajada
En la pista del Jito al casetón nos encontramos
Alternando paso con trote hasta la primera parada.

Un alto necesario para dar fe de nuestro paso
Foto de rigor con el reloj y refugio de fondo
Y Pablo llamando al guarda, pero este ni caso
Una breve espera y el grupo avanzaba unido.

Nosotros que subíamos y senderistas que bajaban
Ante su asombro, les hicimos ver que éramos la elite
Porque nuestras pintas así lo delataban
Y para que no existiera duda, mejor que cada cual se acredite.

Entre charletas y risas, llegamos al Collado de Valdominguero
Puerta de paso al temido canalón del Jidiellu
Aunque esta vez lo haríamos de bajada en plan dominguero
Que ya lo subiremos en la travesera venidera a deguellu.

Un poco de surf cresteando las olas de las pedreras
Y en nada nos plantamos en las Vegas del Toro
Parada técnica a quitar chinas de las deportivas
Y Roberto aprovechaba para dejar el coro.


No está bien y como buen conocedor de lo que nos espera
Decidió poner punto y final a su aventura
Consciente de que no se encontraba para dar cera
El resto seguimos, aunque pasamos de seis a cinco con amargura.

Primera fuente del camino en las Vegas de Sotres
Cargamos agua y seguimos gastando saliva
Pista arriba, haciendo un grupito de dos y otro de tres
Hasta que ante nuestros ojos aparece el refugio de Aliva.

Parada obligada, para la foto y abrigarnos
No en vano llevamos a la niebla de compañía
Y no está bien lo de tan pronto, enfriarnos
Coca colas, chubasqueros a flor de piel y vía.

Por momentos dudamos si cae lluvia fina
O si es la niebla la que nos humedece
En cualquier caso eso activa nuestra adrenalina
Pero el avance es más dificultoso de lo que parece.

Saludamos a Covarrobres y su horcadina
Y enfilamos la subida a cabaña Verónica
Donde entre la niebla distinguimos su cabina
Aunque el guarda que lo lleva es digno de crítica.

Tras un leve desencuentro con el mastuerzo
Afrontamos, felizmente de día, el tramo más expuesto
Por un lapiaz que pone a prueba nuestro esfuerzo
Menos mal que Pablo lo conoce tan bien como el resto.


En esa zona, buscando los tiros de Casares
Ante el asombro de Pablo, Jesús y mío propio,
Surge el romance entre dos charlatanes,
Jorge y David, se han desviado de la ruta en su idilio.

Llamados al orden por el líder del grupo
Vuelven a la senda con rictus jocoso
Y seguimos todos juntos de nuevo en equipo
Viendo el atardecer sobre Collado Jermoso.

No tenía la suerte de conocer paraje tan fascinante
Y pareciome un lugar arrebatador
Donde se ubica el refugio es impresionante
Y lo es más, si cabe, todo lo que hay a su alrededor.


Nueva dosis de coca colas, junto a unas viandas y la foto
Charlando con el guarda del refugio y personal adjunto
Y con las últimas luces del día salimos con cierto alboroto
Poniendo atención en la bajada para no llorar por un difunto.

Superado el descenso sin mayor sobresalto
Ya era noche cerrada en las Vegas de Asotín
Donde había que trotar con mucho tiento
Aparte de Pablo, que bien nos hubiera venido Rintintin.

Siempre bajo una niebla intensa y una lluvia pertinaz
Fuimos bajando hasta llegar a Cordiñanes
Paramos en la fuente de manera fugaz
Pues a Posada habíamos de llegar a comer algo más que panes.

Entramos antes de medianoche en la capital vadiniense
Donde había una gran expectación, aunque no por los del anillo
Creo que llegamos a ver un gol de Messi, déjame que piense
Y es que un Madrid-Barça tiene más tirón que nosotros brillo.

Más coca colas, unos bocadillos e incluso algún achuchón
Nos despedíamos de David con algo de tristeza
Pero debíamos de seguir camino sin más dilación
cuanto más tiempo parásemos, continuar era mayor pereza.


Abandonado David y dejando atrás las ultimas casas de Caldevilla
Por pista ascendente, en busca del Collado de Escobaloso
Con la euforia del momento no habíamos cargado agua en la paradilla
Suerte que antes del desvío a la Vega de Llos, había un manantial caudaloso.

La oscuridad de la noche, la niebla y la lluvia complicaban la orientación
Dentro de una zona boscosa donde parecía no existir camino a lugar ninguno
Pablo nos guiaba con una seguridad y aplomo dignos de admiración
Encontrando trazas de senderos de modo oportuno.

De esa guisa, ataviados con una mezcla de incredulidad y sorpresa
Porque nuestro hombre supiera el camino a seguir
Alcanzamos Vegabaño, donde hubo una pequeña sobremesa
Y el que suscribe, el resto del anillo trato de eludir.

Congelado, hambriento y cansado, la retirada la planeaba el diablo
Paramos, nos abrigamos, cominos y pregunto cuanto nos queda
A Vegahuerta tres horas y cinco a Vegarredonda, respondió Pablo
Habiendo entrado en calor, sigo, ya que parece que pueda.

La lluvia y la niebla eran nuestra santa compaña particular
Y como almas en pena, avanzábamos juntos en mitad de la noche
El Collado del Frade, Canal del Perro y Collado del burro, en gran angular
Por fin llegábamos a Vegahuerta sin mucho derroche.

Aquí pondríamos en práctica la técnica del sueño controlado
Antes al entrar al refugio, sus tres inquilinos pegaron un brinco
Disculpándonos, procedimos a comer y dormir según lo acordado
Diez minutos era la previsión y nos freímos cuarenta y cinco.

Bueno, de sueño corto pasamos a sueño largo
Pero como no hay mal que por bien no se arrime
al dejar el abrigo del refugio para salir del letargo
Nada de lluvia, nada de niebla y si una temperatura sublime.

Tanto fue así, que armados todos con nuestros cortavientos
Hubo que hacer una parada técnica para aligerar vestimenta
Y lástima, pero debió de ser ahí, por no estar atentos
Donde el ochomilista perdió parte de su herramienta.

Superada la Forcadona, aún sin romper el día
Bajamos hacia las barrastrosas por nieve dura
Hubo que atarse bien los machos demostrando nuestra valía
Ya que un resbalón podía conducirnos a la sepultura.

Amaneciendo que no era poco, pasamos el Jou Santo
Emprendimos descenso hacia Vegarredonda
A donde llegamos justo a las siete para el yanto
Con lo cual la jugada nos salió redonda.

Ya en la mesa dando buena cuenta del almuerzo
Jorge, nos comentaba que tenía la rodilla hinchada
Consecuencia del intenso esfuerzo
Y que lo mismo se quedaba a echar una cabezada.

Seguimos en busca del anillo, aunque de cuarteto pasamos a trío
Con mucha pena por el compañero caído
Bajamos al pozo de alemán con poco brío
Aún nos pesaba lo del piloñes, aunque también el desgaste sufrido.

Antes de llegar a Pan de Carmen
Un grupo de corredores salen a nuestro encuentro
Son Nicolás de las Heras y dos amigos, no se alarmen
Vienen a saludarnos ya que sabían del desafío nuestro.


Ellos nos ven bien, dicen, Aunque nosotros a ellos, mejor
El cansancio, la falta de sueño, el tiempo y la distancia
Van pasando factura y queda poco para llegar al umbral del dolor
También falta menos para el final y mejor pensar en esa circunstancia.

El tramo hasta Vega de de Ario se hizo largo y pesado
Apenas corrimos, andando el tiempo vuela y la distancia parece mayor
Pero no desfallecemos y llegamos incluso antes de lo esperado
Unos buenos bocatas y más coca colas premiaron todo lo anterior.



Nos despedimos de la simpática pareja del refugio de Ario
Y de unas guapas chicas que no sabían jugar al dominó
El  canal de Trea nos lo tomamos a título de inventario
Conservando la mecánica, nuestra posibilidad de éxito, aumentó.

En la senda del Cares, hubo una parada para estudiar daños
Plantas de los pies de uno y cuadriceps de otro, fue el balance
A los ojos de tanto senderista parecíamos extraños
Sería por vernos con aquellas pintas en aquel trance.

La providencia estaba de nuestro lado
Y a falta de Eva nos trajo un Adán
Con el que compartimos la parte final del trazado
Subiendo la dura Canal de Piedra Bellida al tran-tran.

Interminable la canal, pero cuesta del trave al fin
Llegamos a Cabrones y no hizo falta decir que éramos elite
Una señora lo dijo y una foto nuestra se llevo de botín
Unas coca colas sacó el del refugio, que estaba al quite.


Nos costó abandonar la zona porque estábamos henchidos de orgullo
Pero había que seguir, que el tiempo se nos echaba encima
Así que emprendimos la marcha, alejándonos del murmullo
Que maja es la gente que te hace subir la autoestima!

A pesar del ritmo cansino, llegamos a Urriellu en un pis-pas
Había mucha gente, aunque nadie como la señora de Cabrones
Una autentica pena, pero tampoco esperábamos palmas
Bajamos hasta Pandébano galopando como asturcones.


Un último esfuerzo y conseguiríamos el ansiado objetivo
Ante nuestros ojos Sotres, nuestro punto de partida y final
Apenas una bajada larga y una corta subida para un éxito masivo
Tres de los seis tuvimos suerte de finalizar,  pero este es un bien ganancial.

Roberto Montes Marcos, David Pacheco Casado
Jesús Martínez Novas, Jorge Rivero Hernández
Pablo Criado Toca, Chelis Valle Gallego.
Este anillo es de todos, pardiez!!





Como dice un proverbio chino:
“Si no cambias de dirección acabarás en el lugar exacto al que te diriges”

2 comentarios:

  1. El anillo realmente vale la pena , pero lo mejor no fue el recorrido sino la compañía de seis mosqueteros, que por espadas bastones.

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  2. Estupenda crónica para una ESTUPENDÍSIMA actividad.

    Saludos

    Fer

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