sábado, 11 de febrero de 2012

NEREA-ENTRENO TRAIL DE LOS BANDOLEROS SERRANOS. "Aunque todo sea barro, no es lo mismo tinaja que jarro"






Una nueva jornada de intenso (agotador, si me apuran) trail running en la matinal de este sábado 11 de febrero, con el bien avenido grupo de bandoleros serranos, capitaneados en esta ocasión por la incansable y dictatorial Nerea Martínez, alias “Dos dobletes en el UTMB me saben a poco, así que me voy al Monte Fuji y a la Diagonal de los locos”.

Tras unos largos, y poco concretos, dimes y diretes a través de mensajes cruzados en el caralibro, en la tarde del viernes (para deleite de alguno) sobre si nos íbamos aquí o allí. Si tal vez fuera mejor hacer esto o aquello otro. Si acaso lo razonable fuera Bustarviejo, pero lo apetecible, quizás, Patones. Así que mensaje va, mensaje viene.......pero sin que nadie se acabara por definir, hasta cerca de las 23:00h. Hora en la que, por fin, el bueno y “recio” de Ander dió el primer gran paso decantándose por dirigir las huestes propias, al siempre gratificante y poco transitado entorno de Patones, Pontón de la Oliva y El Atazar.

Anda que no nos costó ni nada decidir donde cometer la fechoría de todas las mañanas de sábado. Menos mal que nuestras correrias se quedan precisamente en eso, y de momento no estamos al margen de la ley. A pesar de invadir pacifica y civilizadamente alguna que otra finca privada, pero sin llevarnos el ganado ni las cosechas.

Pues cuando todo parecía decidido, hete ahí que apareció la voz de la que más manda y nos puso a todos mirando para Bustarviejo. (En tales circunstancias, cualquiera decía esta boca es mía)

El doblemente bueno y recio de Ander, e incluso uno mismo, que pareciamos los más interesados en poner el bajel pirata rumbo a la presa del Ponton de la Oliva, la Presa de la Parra y las gélidas y escasas aguas del embalse de El Atazar, no tuvimos otra que dejar la nave en puerto y coger los ágiles corceles andaluces y presentarnos en la plaza del pueblo, situada bajo el influjo del gigante Mondalindo.

Con una ligera y fresca brisa comenzábamos nuestro periplo serrano siguiendo los pasos del añorado “Tarzán” en el recorrido de la carrera que es su memorial, (MGH) subiendo, primero al Cueto Arcones, y luego de bajar su empinado y sombrio cortafuegos, ascendiendo a La Braña y seguidamente, con la fresca brisa del inicio convertida en gélido, y fijador de mandibulas y pestañas, viento, al mismísimo Mondalindo.
Situados en lo lindo del Monte, por no bajar directamente a Bustarviejo, decidimos....... bueno, esto es un decir. Realmente nadie dijo ni pio, y Nerea enfilo su figura hacia las antenas situadas unos cuantas leguas más allá. Asi que como para desertar en aquel momento.

Una vez en las antenas, con menos hielo del esperado a pesar de su orientación norte, bajamos hacia el cortafuegos, que a través de un bosquecillo de pinos nevado, nos llevaría al puerto del Medio Celemín.

Puestos en tan saleroso puerto,  aprovechando que la de mando en plaza no conocía en demasia la zona de la Cabrera, y sin necesidad de amotinamiento, asumimos todos que al Cancho Gordo habíamos de ir.

En un periquete, en lo alto del Gordo Cancho nos encontrábamos con los pinreles al aire. Pies llenos de dedos, pero no de los habituales en los seres humanos, bandoleros inclusive, sino unos dedos de la marca INJINJI.

Unas fotillos de concurso y bajada suicida por una ruta llena de peligros y de sobresaltos (más saltos que sobres, todo hay que decirlo) hasta las proximidades del convento de San Antonio, donde afortunadamente nadie reparo en nuestra presencia, así que ningún miembro del grupo salvaje fué llamado a filas.

Unas leguas más de sendero nos depositarían en el pueblo de Valdemanco (que no en su cementerio, que rozamos literalmente) y cuando el que más y el que menos pensaba que cogiendo la pista de la cañada real llegaríamos, siempre llaneando, a la fonda de Bustarviejo en un Santi Amen............ hete ahí (nuevamente) que Nerea, aprovechando que nos tenía atemorizados, decidió unilateralmente, que de pista nada de nada, que era muy sosa y larga, y que sus huestes (osea, nosotros) y ella cabalgaríamos a lomos de la fatiga subiendo a un collado del Mondalindo, que cuanto más te acercabas a el, más lejos y alto parecia el condenado.

La historia tuvo un final feliz, una vez dimos con nuestros huesos en una fonda alternativa a la escogida, en el lugar de partida, con unas cervezas, los típicos brindis y charleta propia de estas correrias montunas, siempre agradecidas y oportunas. 



Cansados, contentos, felices y dichosos nos fuimos para nuestras madrigueras a eso de las 15:00h con 32Kms, 4.600m de desnivel acumulado y unas 5 horas de tunda en nuestros zurrones.

Esto es todo amigos.............pronto volveremos con más diversión.

El próximo sábado una nueva e intrépida aventura serrana. 


1 comentario:

  1. jajaja, que bruticos sois, majos.

    Esta lideresa es peor que aquella Virgen del Pilar que cantaba la jota como Fiera Capitana de la tropa aragonesa :)

    ResponderEliminar