jueves, 1 de mayo de 2014

Anda o siéntate, pero no vaciles.



La esencia de su mensaje siempre fue muy simple: ser consciente, no apegarse a nada, dejar todo y rendirse a la manera natural de cómo las cosas son.

 "No Ajahn Chah", cuyo texto es una recopilación de citas y reflexiones.

No digas que no tienes tiempo para meditar. Si tienes tiempo para respirar, tienes tiempo para meditar. La meditación es tan importante como la respiración.

No practiques sólo cuando estés lleno de energía y de humor para hacerlo. En los momentos de mayor desgana y de menor interés es cuando más necesitas meditar.

No se medita para obtener algo; la meditación se practica para quitarse cosas de encima. Medita con desprendimiento, no con deseo. Procura que tu práctica te ayude a dejar ir, no a incrementar tus apegos.

Para meditar no tienes que ir al santuario ni al monasterio. El mejor lugar para meditar es tu corazón.

Te recomiendo que, cuando termines tu sesión, no pienses que dejaste de meditar. Sólo di que cambiaste de postura.

Si tu mente es feliz, serás feliz en cualquier lugar en el que estés.

La mente es intrínsecamente tranquila. La ansiedad y la confusión no son parte de ella.

La mente no es como el cuerpo que tienes que moverlo para ejercitarlo. La mente se ejercita aquietándola.

No te esfuerces por atrapar las ideas que escuches ni por retener en la memoria la información.

Sosiégate. Deja que el Dharma fluya dentro de tu corazón y se manifieste por él mismo.

Mantente abierto a su fluir y te darás cuenta de que lo que está listo para ser retenido, se retendrá.

Escucha las Enseñanzas con el corazón, no con los oídos.

Si no estás consciente de que tu aliento entra y sale de tu cuerpo, es porque vives muy lejos de ti mismo.

Las cosas tienen un curso natural.

Nada puede impedir que los objetos sigan su propio y espontáneo desenvolvimiento.

No te resistas al cambio. No puedes impedir que las cosas se modifiquen.

La paz no está en la húmeda frescura de los bosques ni en la imponente cima de las montañas ni en el recogido interior de las cuevas.

La paz que buscas se encuentra en el mismo lugar en el que habitan tu agitación y tu sufrimiento.

No te angusties tratando de encontrar la paz. Cuando tu corazón esté listo, ella vendrá a buscarte a ti.

Quedarse atrapado en la serenidad que produce la meditación, es peor que atascarse en el pantano de la inquietud.

Aunque te escondas de los demás cuando haces algo indebido, siempre estarás tú allí siendo testigo de lo que haces.

No viajes desesperado tratando de encontrar lugares de mucha espiritualidad. Lo que realmente buscas está dentro de ti.

Aunque te sientes en el mismo lugar en el que Buda se iluminó, no por eso estarás más cerca de la verdad.

Imagen de archivo.
06/01/2013.
Localización: Sierra del Escudo de Cabuérniga (Cantabria)

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