domingo, 27 de junio de 2010

VII TRAVESERA INTEGRAL PICOS DE EUROPA. (Crónica surrealista)

Un tanto surrealista todo lo que ha rodeado a mi participación en la edición de este año de la Travesera Integral de Picos de Europa. No tanto por lo relativo a mis prestaciones en la prueba, que se podrían resumir de manera sencilla en apenas unas líneas, sino en el antes y el después de la misma.
Díficil de explicar que hago yo mismo, mismamente, en la mañana del domingo 27 de junio (cumpleaños de mi hermano Toño, por otro lado) en mi casita de San Sebastián de Los Reyes, escribiendo esta crónica-epitafio de la Travesera, cuando debiera de estar en Arenas de Cabrales disfrutando de la feria del quesu y esperando que dieran las 12 del mediodia para asistir (como actor principal, secundario o invitado de piedra) a la ceremonia de entrega de premios y espicha final de la carrera.
Vamos a intentarlo, que lo mismo no resulta tan complicado.
Travesera de Picos = Objetivo del año para el amigo Chelis. Y como tal me lo tomé en la semana previa. Después de la participación en el orientaventura de Lozoya, tocaba cuidar la alimentación, el descanso y los entrenos.
En cuanto a estos últimos, el lunes 21 la actividad deportiva se limitó a una agradable y largo paseo con mi mujercita que más me quiere, Itziar. El martes 22, a un entreno por La Pedriza de aprox. 17 Kms y 1h30' con Lolo, Akele y Rafa Martín.(con posterior charla y repaso de recorrido y demás datos sobre la travesera con este último, que debutaba en Picos)El miércoles 23,un entreno para soltar piernas de 10 Kms con mi compi y amigo del equipo de raids Álvaro. Jueves 24, nuevo paseo. Y el viernes al amanecer (como en los duelos de las pelis del oeste) viaje a tierras Astures.
El descanso en esta semana previa también fue el adecuado, respetando las horas de sueño.
Y la alimentación también fue cuidada con mimo, para afrontar el reto de Picos con todas las garantías.
Todo iba según el guión previsto,  tanto era así que ejerciendo de Rappelologo, en las predicciones sobre mi resultado en la prueba estaba descartado cualquier otro que no fuera mejorar el 8º puesto del pasado año. Incluso, en un alarde de autoconfianza, rayando en lo chulesco, me atrevía a autoproclamarme como uno de los aspirantes a vencer en la prueba, o estar cerca de quien lo hiciera.
Pero uno tenía sus razones para tal despliegue de optimismo. Tanta descarga de positivismo era compartida y reforzada por mi mujercita y amigos con su confianza total en mis posibilidades, lo que acrecentaba aún más mi sensación de que iba a ser "mi carrera".
Como ha quedado patente era mi objetivo principal del año, y como tal lo he afrontado. Estaba más fuerte, más entrenado, más motivado. Con mucha más experiencia que en 2009 (la travesera del año pasado supuso mi debut en esto de la larga distancia) y conociendo perfectamente el recorrido de 2010. Incluso el nuevo tramo desde Covadonga hasta las Vegas de Enol, ya que fue parte del recorrido del maratón de Cangas, que corrí en 2008, aunque en el maratón se hacía de bajada y en la travesera de subida.
Antes de que me olvide de comentarlo, considero que con este nuevo estiramiento, la Travesera ha vuelto a perder encanto. Tal como ya sucediera en 2009 con llevar el final de Sotres a Arenas. Empezar y acabar fuera del parque de Picos de Europa, parece no ser lo más adecuado para una prueba cuya esencia misma son precisamente los Picos y cruzar sus 3 macizos.
Bueno, tal vez me esté dispersando demasiado e igual va siendo hora de poner orden cronológico a lo sucedido, más que nada para irnos poniendo en situación y dar un inicio a esta historia para que pueda tener un desarrollo e incluso un final.
Retrocedamos al viernes 25. Nuestro hombre (hablaremos en 3ª persona, para darle otra dimensión a la historia) se coge el día libre. Libre de trabajo, aunque esperemos que no de sueldo. Se levanta a las 05:00h y después de desayunar y últimar todos los preparativos para la carrera, a las 6 de la mañana, una Volkswagen Multivan y su feliz conductor salen de San Sebastián de Los Reyes rumbo a Arenas de Cabrales, a donde llegarían unas 5 horas más tarde después de un plácido viaje, sin más incidencia que alguna tormentita veraniega por tierras burgalesas.
Una vez en el concejo de Cabrales, el aspirante a ganador se pasea por sus calles. Se toma un pincho de tortilla y una manzanilla. Hace algo de tiempo y ya cerca de las 13:00h se presenta en Poo de Cabrales, lugar de recogida de dorsales y documentación de la prueba.
Lo primero que le sorprende es el entusiasmo de las personas de la organización. Se les nota su amor por la montaña y por Los Picos.
También choca el poco o nulo control sobre las personas que recogen los dorsales. No piden ningún tipo de acreditación. Solo rellenar y firmar el consabido e inefable descargo de responsabilidad. (Habría que decirles a los organizadores que el firmar algo así no tiene ningún valor legal y no les exime de su cuota de responsabilidad en un supuesto percance o incidencia no deseada de alguno de los participantes. Pero esto sería cuestión para otro debate) Sólo con decirles nombre y apellidos, y una vez comprobado que tales datos están en su listado, y entregado el "esteril" descargo de responsabilidad, daban el dorsal, tarjeta para entregar una mochila a la organización en el caso de que algún corredor quisiera hacerlo, tarjeta para la espicha final, tríptico con mapa e información de la carrera, imperdibles, una camiseta naranja butano y unos calcetines de compresión de la abeja maya (por lo de los colores)
Bien es verdad que nos quejamos por todo, y cuando son super estrictos no entregando dorsales ni documentación más que a los titulares de la misma, no lo entendemos e incluso hasta nos parece mal. Lo suyo es que ni tanto ni tan calvo.
Nuestro hombre consiguió su dorsal y también el de su amigo Roberto. Con lo cual le ahorró a este último un viajecito de Gijón a Poo de Cabrales, pudiendo ir directamente a Covadonga.
Con la documentación en su poder, la Multivan y su ocupante se desplazaron al lugar de la salida de la carrera, el aparcamiento de "El Repelao", situado en la carretera de Cangas de Onís a Covadonga. Más cerca del Santuario que de la bulliciosa antigua capital del,  no menos antiguo, reino Astur. Lugar del que ya no se moverían hasta el inicio de la prueba, a eso de las 00:00h.
Se acercaba la hora de la comida, y, como había algo de apetito, que mejor que comer para luego descansar. Un tapper de arroz blanco,un puñado de anacardos , una barrita de proteinas y un poco de aquarius más tarde, y nuestro protagonista estaba listo para una siesta reparadora.
No consigue dormir, así que alterna descanso con lectura, mientras lentamente van pasando las horas, dentro de una monotonia sólo rota por la lluvia intermitente golpeando sobre el techo y cristales de la furgo, el paso de vehículos por la carretera o el sonido del agua del rio Gueña.
Mientras todo esto sucedía en el solitario aparcamiento del Repelao, donde sólo unos cuantos todoterrenos con remolque de caballos eran testigos mudos, en el aeropuerto de Madrid Barajas, Itziar y sus 5 meses de embarazo aguantaban como podían las 2 horas de retraso de su vuelo que debiera de salir a las 17:00h y trasladarla al aeropuerto de Asturias, donde Mariajo y Rober la recogerían para ir juntos a la salida de la carrera. Finalmente su avión despegaba a las 19:00h, aterrizando 1 hora después en el aeropuerto asturiano, donde le tocaban 30' de nueva espera, hasta la salida de un autobus hasta Gijón para reunirse con nuestros astures amigos, y por fin, emprender camino al aparcamiento famoso. Al que llegarían a eso de las 22:00h, teniendo su particular "travesera" con semejante odisea de viaje. Y todo esta aventura para ver al padre de su futuro hijo, el sabado a mediodía, entrando en la meta de Arenas presumiblemente entre los primeros corredores. ¡Qué mérito tienen estas mujeres nuestras!.
Antes de la esperada llegada de Itziar, Mariajo y Roberto al Repelao, se sucedieron algunas cosas de mayor o menor importancia. Tales como la aparición de Rafa Martín y su chica, una cena a base de pasta, nuevo descanso, los goles de Villa e Iniesta en el partido con Chile vía radio, el cese de la lluvia, la aparición de nuevas furgonetas.. ectétera, etcétera.
Todo acaba llegando. Es una pura, lógica y matemática cuestión de tiempo. La hora de la salida, las 00:00h, no iba a ser una excepción y nuestro trailrunner con la indumentaria clásica y repetida de 2010 para carreras de larga distancia, allí estaba en el corralillo de salida, acompañado de Roberto (al que hubo que convencer para que tomara la salida, ya que no se encontraba demasiado motivado por el cansancio, no superado, de su batalla ganada por el campeonato de España de raids en Belorado, apenas 5 días atrás), Rafa Martín, Pablo Criado (un placer volver a compartir carrera con este fenomenal corredor cántabro) y todo el resto de participantes, mayoritariamente astures.
La noche era fantástica y la temperatura sorprendentemente cálida para la hora, ya que estábamos a punto de entrar en la madrugada del sábado.
A la hora del control de dorsales se sucedieron los primeros problemas. Había dos pasillos de acceso y en uno de ellos a Rafa Martín le dan el toque de que no puede salir de pantalón corto y que si quiere hacer la carrera, DEBE ponerse mallas largas. Pablo Criado y nuestro hombre están vivos ( o por un momento así lo creen) y acceden por el otro pasillo donde no les pusieron problemas a pesar de que como Rafa y otros corredores también vestían de corto.
Instantes antes de dar la salida, una persona de la organización que estaba en un lateral del corralillo, hizo mención de que estaba observando a muchos corredores que no llevaban mallas largas. Pero no tuvo mucho poder de convicción, porque nadie se dió por aludido.
Entonces cogió el megáfono otra persona de la organización y se colocó enfrente del arco de salida, de tal modo que todos le viesen, y reclamó la atención de todos los participantes. Lo consiguió, y cuando todo el mundo esperaba las últimas indicaciones previas a la salida, resulta que volvió a repetir que las mallas largas eran obligatorias en la carrera y que no dejarían tomar la salida a nadie que no las llevara puestas. Se armó un revuelo considerable y mucha gente parecía no dar crédito. A pesar de que en el reglamento formaban parte del material obligatorio, no se especificaba que hubiera que llevarlas puestas. El amigo Chelis, inocentemente, hizo mención de lo anterior y argumentó que él las llevaba en la mochila. Nada, que no valía. Erre que erre con que había que llevarlas puestas. Se preguntó si saliendo con ellas puestas, se podrían quitar luego en carrera. La respuesta, siempre vía megafono, fué que eran obligatorias y que si queriamos tomar la salida había que llevarlas puestas. Luego en carrera, cada cual era libre de seguir con ellas o quitarlas, pero ellos (la organización) también eran libres de descalificar a quienes no las llevasen puestas.

Después de semejante chantaje, nuestro hombre tuvo el impulso de quitarse el dorsal y entregarlo diciendo que a él nadie le imponía el tipo de ropa que tenía que llevar puesta en carrera. Faltaría más! Hasta ahí podríamos llegar!! Si que era lógico que impusieran la ropa que había que llevar como material obligatorio, incluidas las susodichas mallas largas, que  en  el caso de nuestro personaje, ocupaban su lugar con el resto de material obligatorio en la mochila endurance de Raidlight, pero de ahí a tener que llevarlas puestas......
Debío de ser una de las pocas veces que contar hasta 10 resulta contraproducente. Después de llegar a esa cifra, no hubo entrega de dorsal ni retirada de la prueba, como sería consecuente ante el chantaje sufrido.
Si que hubo bajada de pantalones, figuradamente, al bajar la cabeza, agachar las orejas y no rebelarse ante la situación, y literalmente, al calzarse las mallas largas.
Craso error, demostrando poca personalidad por parte de nuestro protagonista. La personalidad se tiene o no se tiene, pero cuando se tiene hay que demostrarla. Y las cosas se hacen o no se hacen, no vale con pensar que tendrían que haberse hecho. En lo sucedido el sábado a las 00:00h, lo consecuente hubiera sido no tomar la salida.
Además cuando uno se somete a lo que considera una injusticia, se siente mal por partida doble. Primero por esa sumisión y luego por el encabronamiento que supone, no haberse rebelado ante lo no se ajusta a la razón.
Bueno, pues encabronado y asado a partes iguales, nuestro hombrecito (le hemos degradado temporalmente por esa falta de personalidad) tomaba la salida más centrado en  ver cuando se quitaría las malditas mallas largas que en la carrera en si.

Primer tramo de la prueba por asfalto durante unos Kms y enseguida se tomaba sendero a la izquierda dejando el santuario de Covadonga y su santina a la derecha.
Con Rafa y Pablo, se circulaba en la cabeza de la carrera. Las sensaciones no eran ni buenas ni malas, porque el calor y el encabronamiento se imponían a todo lo demás.
En las primeras rampas duras nuestro personaje ya se daba cuenta de que no iba a resultar su carrera. Los gemelos parecían no estar dispuestos a colaborar en el guión establecido de una brillante actuación y se empezaban a rebelar en forma de dolor e hinchazón. No se sabía si lo primero consecuencia de lo 2º o al revés.
Daba lo mismo, el caso es que el amigo Chelis se estaba dando cuenta de que su trayectoria en la Travesera iba a tener otro desenlace al esperado por el mismo y por su modesta legión de seguidores.
Parar a quitarse las odiosas mallas largas y desaparecer entre la oscuridad el grupo de cabeza, fué todo uno. Que más daba.
Por lo menos, lo mucho o poco que se correría a partir de aquel momento sería de corto.
Los gemelos quemaban y no daban para muchas alegrias a la hora de correr hacia arriba. Así que se alternaba carrera, trote, andar, aunque no siempre por ese orden ni en idéntica proporción.
La suerte de la participación de nuestro protagonista estaba echada y tenía un final anunciado en lo que al recorrido de la Travesera se refería, que sería Cain. Aunque a él lo que más le hubiera apetecido, dadas las circunstancias, sería desandar los pasos y acabar cuanto antes la agonia, volviendo al aparcamiento de el Repelao. Pero ya metidos en harina, lo mínimo imprescindible para ser honrados con uno mismo era subir al Jou Santu y bajar hasta Cain.
Se fué haciendo camino poco a poco con sufrimiento físico por el dolor en los gemelos, pero con más sufrimiento anímico por la oportunidad que se escapaba de hacer una buena carrera. Aunque si algo tiene nuestro personaje, es que es realista con las situaciones que se van dando.
Una vez asumido que la travesera se acabaría para él a pocos metros del Cares, no había lugar a la ofuscación ni a pensar en mala suerte, ni en el típico y socorrido "si hubiera esto" o "si no hubiera lo otro". En el deporte no existen los hubiera.
Hay que quedarse con lo que hay en cada momento. Y en aquella situación no había gemelos para afrontar la prueba, así que de nada valía lamentarse. La cuestión, puestos allí, era disfrutar de la inmensidad de los parajes de Picos. De la noche espectacular. De los ánimos y el entusiasmo de los voluntarios que estrategicamente colocados hacían de improvisados faros para dirigir los pasos de los corredores al lugar adecuado. De la conversación de los compañeros que avanzaban en su aventura particular dentro de esta VII Travesera.
Ya habría tiempo para la reflexión y para lamentar no haber estado a la altura de las expectativas levantadas en la prueba, sintiéndolo más por Itziar, familia y amigos que volcaron su apoyo y confianza, que por uno mismo, aunque también.
Dada la situación, no tenía mucho sentido continuar. Los gemelos estaban duros como una viga de acero y por momentos parecían recien salidos de la fundición, por la quemazón que producían.
Con más pena que gloria, siempre dentro de una noche de ensueño para correr, se llegó a las Vegas de Enol. Donde incluso me permití (vuelvo a hablar en 1ª persona, que sino parece que quiero escurrir el bulto o cargarle el muerto de la retirada a otro) adelantar a un grupito de 5 corredores en la bajada por pista que bordeaba el lago de Enol. Luego seguiría por pista, afortunadamente corriendo, hasta el camino de subida a Vegarredonda. Donde tras pasar el primer tramo de falso llano, la realidad de mis gemelos se encargaba de recordarme que dejara lo de correr cuesta arriba para mejor oacasión. Antes, o a la altura del refugio, en realidad, daba lo mismo, me alcanzaba un grupo de corredores, y desde ahí hasta el Jou Santu, lo irían haciendo unos cuantos más. Menos de los esperados, dada la situación, ya que cuando me disponía a bajar hacia Caín, el paisano de control del Jou, amable como todos los que estaban en otros puntos de la carrera, se encargo de decirme que iba en el puesto 24. Poco imaginaba él que desde las primeras rampas de la carrera eso a mi había dejado de preocuparme. Mi participación en la prueba ya tenía "fecha de caducidad"".
Como bajando no me molestaban los gemelos, decidí tomarme la bajada por el Sedo de Mesones como un mero disfrute para los sentidos. Y así fuí perdiendo altura, casi con tanta velocidad como se habían esfumado mis sueños en el inicio de la subida de Orandi. Me costó relativamente poco alcanzar y superar unas luces que se veían algo más abajo y que se correspondian con 8 corredores. Más abajo seguian viendose más luces, probablemente de los corredores cabeza de carrera, pero a esos ya no los alcanzaría ni en ese momento, ni luego, ni más tarde. Ellos estaban en la Travesera, yo hacía tiempo que había dejado de estarlo.
Llegué a Cain con 2 chicos que me alcanzaron en la parte final, donde me había dejado ir. Y mientras ellos bebian, comian y recargaban pilas para afrontar el canal de Dobresengos, que era la primera de las muchas dificultades que tenían por delante, yo comunicaba mi retirada y entregaba mi dorsal.
En lugar de seguir de frente, camino de Dobresengos, gire a la izquierda camino de la amable salida que ofrecia hacia Arenas de Cabrales la Senda del Cares.
Resulto muy espiritual realizar más de la mitad de la senda del Cares en plena noche, también ver amanecer y llegar hasta Puento Poncebos sin ver un alma. Sólo un par o tres de Cabras, y las luces de los afortunados corredores que se alejaban Dobresengos arriba. Aunque en esos momentos, asumido, masticado y digerido el abandono (estaba decidido desde la primera subida de Covadonga al Collado de Orandi), lo que son las cosas, pero por un momento hasta yo me sentía más afortunado que ellos, o por lo menos tanto.
Estaba orgulloso de la entereza con que había sobrellevado la situación, y solo si echaba la vista atrás, a eso de las 00:00h, me corcomia la bajada de pantalones con el tema de las mallas.
Pero la espectacularidad del cañón excavado por el rio Cares, el silencio sólo roto por el canto de los pajaros y el rugir de las aguas río abajo, me trasportaban a otra realidad. La Travesera ya era historia para mí. Me había desprendido del dorsal y en ese instante no tenía ningún lazo de unión con ella.
Me había retirado y ahora estaba disfrutando de todo el Cares para mi solo.
En esos momentos te das cuenta de que no somos nada comparados con la naturaleza que nos envuelve. La senda excavada en la roca es obra del hombre, pero la inmensidad de las montañas que se abren a los lados del rio es sobrecogedora.
Hice todo el recorrido andando. Porque a veces viene bien encontrarse con uno mismo y aquel, en mi caso, era un momento y lugar pintiparado para ello.
Llegué al final de la senda y la obra del hombre, desgraciadamente se imponía a la de la naturaleza. Y a pesar de la existencia de montañas espectaculares allá donde elevaras la vista, estas quedaban algo desvirtuadas con los peajes que supone la civilización.
Una vez en el asfalto se rompía el encanto y decidí correr para llegar lo antes posible a Arenas de Cabrales, lugar donde poder cambiarme, ducharme y ver a Itziar y Mariajo, que estarían soñando con ver entrar en meta a sus héroes particulares. (lease Roberto y uno mismo)
Ellas soñando con nosotros, y yo pensando en ellas. Tanto es así, que por un momento se entremezclaba todo y tuve la sensación de que un coche que subía era exactamente igual que el Toyota de Mariajo y Rober. Y la furgoneta que iba inmediatamente detrás era "nuestra Volkswagen Multivan", y con Itziar al volante. Pensé que era irreal, hasta que de repente el todoterreno frenó un poco después de mi, y la furgoneta lo hizo justo delante de mis narices. Momento en el cual, comprobé que eran reales y estaban allí y que alguien muy parecido a mi mujercita que más me quiere, Itziar, se bajaba  con una cara de asombro no sé si mayor o menor que la mía. Debían de ser las 06.30h de la mañana.
Simultaneamente se sucedió un ¿Pero qué haces aquí? seguido de los ademanes propios y significativos de un asombro desmesurado..........
Ella dijo que iban a buscar a Roberto. Que les había enviado un sms diciendo que vinieran a buscarle a Poncebos que se había retirabo en Cain.
Pues yo, les dije, que también me había retirado en Cain. Después de los besos y abrazos de rigor les contaba que mis molestias en los gemelos me habían condicionado a la retirada.
Subí a la furgo con Itziar y fuimos a Puente Poncebos para esperar a Rober.
Aparcamos y mientras hacíamos tiempo, les fuí desgranando mis sensaciones en la prueba.
El tiempo pasaba y Rober no acababa de aparecer. Al final, y después de varios intentos frustrados, la dichosa falta de cobertura, conseguimos hablar con Rober y nos dijo que llegaba en 10'.

Antes de su llegada, sorprendentemente apareció corriendo Gaizka Itza. Otro participante de la Travesera.  Este uno de los ilustres. Ganador en una edición y en puestos de podium en el resto de sus participaciones. Nos dijo que también había abandonado, cuando iba el 9º, porque no iba con buenas sensaciones.
Una lástima, pero es lo que tienen las carreras. Nunca sabes como se te van a dar. O como te van a responder las fuerzas, el coco o las piernas hasta que no estas inmerso en ellas.
Yo nunca había abandonado una carrera. Siempre había conseguido terminar. Con más o menos sufrimiento y con mayor o menor botín clasificatorio, aunque siempre con la máxima recompensa moral.
En la Transvulcania tuve una prueba de que estamos preparados para sufrir. Fué el ejemplo más claro de que el poder está en la mente.
Sin embargo en esta edición de la Travesera, esa formula no resultaba efectiva porque los problemas no eran los mismos. Y el concepto de a mismos problemas mismas soluciones, no era aplicable.
En la Palma, la fatiga muscular y el cansancio si requirieron de armarse de paciencia y de moral, pero lo mismo no hubiera valido de mucho si en lugar de la ruta de la Cresteria, el Roque de los Muchachos y los 2240 metros de denivel de bajada hasta meta, me hubiese encontrado con Dobresengos, Horcadona de Cain, Jou sin tierra, Collada Bonita y Canal del Jidiellu.......y todo lo anterior además sin la presencia de Nerea.
La dimensión de los Picos de Europa es descomunal. Los desniveles. El tipo de terreno, todo............ No hay margen de error. Cualquier detalle puede dejarte fuera de carrera. Lo que en cualquier otro lugar tiene un margen de maniobra, en los Picos desde luego no.
En cualquier caso, en esta ocasión estaba totalmente convencido de que había hecho lo correcto. Sobre todo me reforzaba el hecho de que, a toro pasado y analizandolo en frio, estaba contento con la decisión tomada. Y eso, a pesar de, que la Travesera era mi objetivo principal del año.
Podría haber intentado continuar, pero me hubiera expuesto a cualquier situación que presumiblemente hubiera sido peor que la retirada en si misma. Sufrir una más que probable rotura muscular, dejandome tirado en no se sabe que lugar. Obligando a la organización a realizar una evacuación innecesaria. Huelga decir que los males no hubieran acabado allí, sino que posiblemente hubiese supuesto mi adios al GTP, 100 millas de Euskadi y vaya usted a saber cuantas cosas más.
Como ya indicaba anteriormente, los hubiera son eso mismo, hubiera. Es algo incondicional que nunca se sabrá que fué o pudo haber sido, porque es algo que nunca ha sucedido.
Bueno,  el caso es que sorprendentemente allí estábamos Mariajo, Itziar, yo mismo y Rober que acababa de llegar en Puente Poncebos a eso de las 07:50 horas de la mañana del sábado. Cuando ambos dos, debiéramos de estar en algún punto entre Dobresengos y Vega de Uriello corriendo, y Mariajo e Itziar durmiendo placidamente.
Aunque más sorprendente fué el desenlace final del fin de semana, que más adelante detallaremos.
En aquel momento, sobre las 08:00h AM, bajamos a Arenas y después de asearnos en el rio y ponernos ropa de paisano, fuimos a desayunar al bar de la esquina del cruce, justo cuando hacía su aparición en el pueblo la novia de Rafa Martín, que también tuvo su ración de sorpresa a vernos allí a Rober y a mí.
Después del desayuno, hubo un replanteamiento total y definitivo del fin de semana, que en mi caso, paso de:
Terminar la Travesera, en el puesto que me hubiera ganado con mi esfuerzo. Tomarnos unas cervezas y darnos un homenaje con una opipara cena, a la que se habían apuntado mi hermano Toño y Oreina que se iban a desplazar desde Bilbao. Pernocta en Arenas. Paseo matutino el domingo. Entrega de premios. Espicha. Despedida. Viaje a Comillas para comer con los padres de Itziar, (Ana y Félix) y a media tarde nuevo viaje a Sanse para llegar a última hora de la tarde a nuestra casa.
Dadas las circusntancias se cambió por el siguiente:
Rober y Mariajo se iban a Ribadesella a ver a un primo de Mariajo.
Nosotros llamamos a mi hermano Toño para comunicarle que nos habíamos retirado y que cancelábamos la cena del sábado noche y que habíamos adelantado la comida con los padres de Itziar del domingo al sábado, después de la cual pondríamos rumbo a San Sebastián de Los Reyes.
Pues dicho y hecho, despedida de Mariajo y Rober, que se quedaban a echarse una cabezadita, y de la novia de Rafa que se quedaba para verle entrar en meta, y fué algo surrealista (de ahí el título de la crónica) encontrarnos Itziar y yo, a eso de las 11.00h de la mañana del sábado, dando un paseo por la cántabra playa de Oyambre, cuando teoricamente, en esos momentos, yo debería estar cruzando el macizo oriental de Picos.
Luego fuimos a comer a Comillas, donde disfrutamos de una estupenda comida y tertulia familiar. Entre una y otra nos fueron llegando noticias de la carrera a través de los improvisados corresponsales Rafa y Pablo, en las cuales nos confirmaban la victoria de un cántabro, 2º y 3º asturianos, fantástico 4º puesto y 1º veterano de Rafa, y 7º puesto, excelente también, de Pablo. Enhorabuena para ambos. Me hubiera gustado estar ahí luchando con vosotros y el resto de brillantes finishers.
Luego se sucedieron un sinfin de llamadas de amigos para interesarse por mi suerte en la carrera, llevándose los pobres un buen chasco, no sé si mayor o menor que el propio.
Total que a primera hora de la tarde salíamos para la meseta capitalina.
A las 21:00h estábamos en la Dehesa Vieja de Sanse dando un paseo hasta el Opencor para comprar algo de pan para la cena.
En fin, no hay lugar ni tiempo para las lamentaciones. La VII Travesera Integral de Picos de Europa ya es historia. El GTP espera el próximo sábado. Antes un día entero por delante para estar con Itziar y también una semana de trabajo.
Supongo que habrá que dedicarle alguna otra reflexión a esta pasada Travesera. Sobre todo porque la prueba así lo merece. Pero mientras llega ese momento, me gustaría dar las gracias a todas las personas que han participado en la organización de la carrera. Es impresionante el despliegue humano de la prueba. En cada punto conflictivo, bien fuera por posible perdida o por paso complicado, había una persona. Todas amabilísimas y dando ánimos.
El recorrido estuvo balizado de una manera espectacular. Los avituallamientos muy buenos y muy completos. Un 10 para la organización.
El asunto de las mallas largas, no debiera de empañar para nada todos los parabienes que los organizadores merecidamente se han ganado por el trabajo realizado y las facilidades que han dado a los corredores.
Eso sí, confio en que reflexionen sobre ese tema de las famosas mallas largas y no vuelvan a caer en el mismo error para 2011. Que lo mantengan como material obligatorio, pero que cada cual se las ponga cuando y donde considere oportuno, ya que de otra manera habrá gente que renuncie a participar en la carrera, entre los que me encontraré, muy a mi pesar.
Siento mucho no haber cumplido con lo mínimo exigido, que era acabar la prueba.  Ni haber estado a la altura de las expectativas que uno mismo se había encargado de levantar y de hacer públicas, en claro complejo de megáfono.
Asumo mi papel de bocazas, y me como mis palabras con patatas.
Muchas gracias por todas las llamadas y los animos recibidos. Se agradecen mucho más cuando uno acaba estrellado, como en esta ocasión, que cuando está en órbita.
Me preocupa un poco, pero tampoco más de la cuenta, que las 2 carreras que más ilusión me hacían, que eran La Transvulcania y la Travesera de Picos, hayan acabado de manera radicalmente distinta a lo esperado. Ahora, echando la vista atrás, hasta la calamitosa actuación realizada en La Palma, se ve casi como una "buena actuación"
Como ocurre siempre, las cosas nos acaban pareciendo buenas o malas, dependiendo de con que las comparemos.
Hay más carreras y en ellas estaremos, haciéndolo bien, mal o regular, pero allí estaremos.
La VII Travesera integral de Picos ha muerto.
Viva la VIII Travesera integral de Picos.

25 comentarios:

  1. Aupa Chelis! Tambien yo pienso que hiciste lo que debías. Exponerse a lesión o abandono de emergencia por esos parajes, malo malo.

    Animo! El sabado próximo nos veremos en Navacerrada a eso de las 8.00h. Ahí quiero verte sacar toda esa fuerza y esa preparación que llevas dentro. ;-)

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  2. Muchas gracias Sergio, amigo.
    Me consuela saber que opinas como yo en la decisión de la retirada.
    Por descontado que nos veremos en Navacerrada en la salida y confio que también el domingo a la hora que sea para celebrar que hemos finalizado la prueba.
    Muchas gracias por los ánimos y buena semana de entrenos y descanso previos al GTP.

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  3. Eres un máquina. Que buen relato y que cabeza mas bien puesta!!!

    Nos vemos el sabado!!

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  4. Muchas gracias Javier. Aunque el sábado en carrera hubiera preferido tener mejor los gemelos que la cabeza. Más que nada por haber podido terminar.
    Buena semana previa al GTP. Allí nos veremos. Un abrazo.

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  5. Para o ano te farei companhia em esta fantástica aventura.
    um abraço.
    Carlos Sá - Portugal

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  6. Muito obrigado Carlos.
    Ali nos veremos en 2011. É uma carreira fantástica, mesmo que como bem você diz, é mais uma autentica aventura.
    Parabéns por tu 2º posto no [Ultratrail] de Freitas e muitos sucessos para o que fica de temporada.
    Um abraço.

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  7. Animo Chelis, ya sabes lo que dicen, una retirada a tiempo es una victoria. Imagínate que por ser un objetivo arriesgas y te jodes el resto de la temporada. Nada nada, hay que tener sangre fria para continuar cuando se está mal, pero más fria aún para retirarse cuando uno debe.
    Un abrazo!!!!

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  8. Muchas gracias Gus. Tienes toda la razón en lo de la retirada a tiempo. Siempre es una victoria, y con mi calendario de este verano aún más. Yo lo tuve muy claro en cuanto los gemelos se pusieron peleones. De todas formas, aunque no hubiera tenido la cabeza fría no hubiera podido terminar, tal y como tenía los gemelos. Acabo de volver del fisio (hacía más de 2 años que no viistaba uno) y ha flipado de lo inflamados que tenía los gemelos. Me ha dicho que estamos locos, con tanto correr por el monte.
    Un abrazo y gracias por los ánimos. Alguien pagará los platos rotos en el GTP, y espero no ser yo de nuevo...je,je...

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  9. Bien Chelis, hiciste lo mejor. A veces con el rollo de no abandonar nos perjudicamos. Es más importante saber cuando retirarse que no continuar y echar al traste todo un año de entreno y preparación.
    Yo hice la travesera hace 2 años y es muy dura, correr poco y sobre todo repechar y subir y bajar por canales.
    Ya has corrido bastantes y muy seguidas en en poco tiempo. Hay muchas mas por hacer.
    En la GTP seguro que ta va mejor
    Nos vemos allí el próximo finde y el año próximo en la travesera

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  10. Enhorabuena Chelis por disfrutar de la ruta del Cares sin cruzarte con nadie. Tuvo que ser una gozada!! Eso si que tiene merito!! Que narices!!

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  11. Solo el corredor sabe lo que ha sufrido por llegar a cumplir una meta. El camino a Ítaca es lo importante, llegar al final sin disfrutar del camino no merece nada la pena.
    Chelis, aunque te lo repito muchas veces, gente como tu hace falta en este mundo descontrolado.
    Nos vemos pronto familia

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  12. Chelis, sólo te digo una cosa: olé tus cojones. Más difícil que saber cuándo puedes seguir, es saber cuándo no lo debes hacer.

    Tienes muchos años para terminarla, y, quién sabe? A lo mejor el año que viene te subes al podio con el churumbel en tus brazos... ;-)

    Ánimo, y suerte para este fin de semana!

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  13. nunca cabaste la travesera y te atreves a decir que del 6 parriva se hicieron malos tiempos
    que listo que eres tio, primero acavala
    que fuerza te da el foro ehhhh pa decir tonteris
    acabala,acabala,acabala y luego ablamos
    pero acabala ehhhhhhhh

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  14. En respuesta al amigo anónimo, (que supongo que será el mismo que ha dejado un comentario similar en otra de las entradas del blog) te dire lo primero que disculpes si te has sentido ofendido por mi comentario. Todo el que termina la travesera tiene toda mi admiración y respeto, faltaría más, independientemente del tiempo que haya realizado.
    Mi comentario de que los tiempos de los primeros me han parecido altos, es porque realmente así me lo han parecido. Eso no tiene nada que ver con que yo acabara la carrera o no.
    Tienen más que ver con que conozco el recorrido a la perfección y consideraba que los primeros harían un tiempo inferior al que han hecho. Basicamente porque en 2009, que también tomé la salida, en aquella ocasión, acabando la carrera. El 1º hizo 10h42 y de ahí al 8º, que fuí yo mismo mismamente, todos entramos por debajo de 11h29', que fué el tiempo que marcaba el crono a mi entrada en meta.
    Con esos datos, el conociento de la carrera y sabiendo que este año había 12 Kms más de prueba, estimaba que el ganador rondaria las 12h. Y yo debería haber estado en torno a las 13h, si hubiera terminado, basicamente porque estoy más entrenado que el año pasado. Afortunadamente no estoy en poder de la verdad absoluta y está claro que no he acertado ni en mi previsión de los tiempos, ni en la mis expectativas de acabar a Travesera. Pero nada de lo anterior hace que no siga pensando que los tiempos empleados del 2º en adelante fueron altos, para estar dentro del grupo que aspiraban a ganar la carrera. Sin entrar a valorar a los muchos corredores que sólo van con la idea de terminar sin importarles el tiempo.
    Si eres de los que has quedado delante, a mi entender no has hecho un buen tiempo para entrar de los primeros, y si eres de los que no te ha importado el crono marcado, no entiendo muy bien tu mosqueo. En cualquier caso, si realmente has terminado mi más sincera enhorabuena. A tí y a todo aquel que lo hizo. Yo este año no llegué a Arenas y me tuve que retirar en Caín.

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  15. Al "anónimo":

    1º- Aprende a escribir.
    2º- Aprende a leer. Si supieras, te hubieses dado cuenta que "en las predicciones sobre mi resultado en la prueba estaba descartado cualquier otro que no fuera mejorar el 8º puesto del pasado año".

    Es decir, que la terminó el año pasado, y además entre los 10 primeros. ¿Y tú?. ¿La has acabado?. ¿Eres capaz de correr más de 10 kilómetros?.

    3º- Troll, aunque no creo que entiendas qué quiero decir con este término.

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  16. Muchas gracias Jesús. Estoy seguro de que hice lo que debía. Lo de acabar a toda costa no va conmigo. Bien es verdad que lo de retirarse de una carrera tampoco. En su momento me dí cuenta de que con capacidad de sufrimiento y mentalidad se pueden acabar carreras, y en la Travesera he sido consciente de que cuando no puede ser no puede ser y como en todo en la vida, siempre hay una primera vez.
    El verano es muy largo y acaba de comenzar. Demasiados retos en el horizonte como para obcecarse con acabar a cualquier precio. El mundo no acaba en La VII travesera. Sin ir más lejos, en 2011 será la VIII edición y allí estaremos tú y yo para disfrutarla. Un abrazo y gracias por los ánimos.

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  17. Muchas gracias Kandy. La verdad es que hacer la senda del Cares sin cruzarte con un alma, haciendo medio recorrido de noche, viendo amanecer y el resto de buena mañana, no tiene precio. Aunque haber acabado nuevamente la Travesera, tampoco lo hubiera tenido. Pero, más vale pájaro en mano que ciento volando.
    Un abrazo.

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  18. Gracias Raúl. Siempre estás ahí con las palabras adecuadas para cada momento.
    Cualquiera se acerca a felicitar cuando las cosas han ido bien, pero sólo los que te aprecian de verdad lo hacen cuando te quedas por el camino o el resultado no ha sido el esperado.
    Gente como tú le dan sentido a la vida.
    Un abrazo.

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  19. Gracias Carlos.
    Tienes toda la razón. Más que seguir, es más difícil saber cuando tienes que pararte.
    Ojalá pueda entrar en meta en 2011 con el churumbel en los brazos. Nada me haría más ilusión.
    Un abrazo y gracias de nuevo por tus ánimos.

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  20. bueno solo pedirte disculpas por que creo que eres todo un caballero en tus comentarios en el foro, te creia de otra manera y me as sorprendido
    has sabido rectificar como pocos lo hadrian
    ya se que soy un cabarde al no poner mi nombre pero entiendelo, se me oerdio la lengua cuando vi tu comentario
    deseo que te recuperes para el año que biene en la travesera... pero no me ganes ehhh
    un saludo y te pido disculpas

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  21. Muchas gracias hombre. Te agradezco un montón tus disculpas, pero no hacían falta.
    Entiendo que todos nos calentamos cuando leemos algo que no nos gusta. Lo mismo mi comentario no fué el más afortunado al referirme a los tiempos de la Travesera y si tú te dejaste la piel por terminarla, entiendo que no te hiciera ni pizca de gracia que alguien pusiera en entredicho el tiempo realizado, más aún cuando el que lo hacía no había terminado la prueba.
    El próximo año nos veremos nuevamente allí, y lo siento, pero haré lo posible por ganarte. A tí y a todos los demás compañer@s que participen.
    Luego, como siempre, la carrera pondrá a cada uno en su sitio, aunque espero que nadie tenga que abandonar.
    Un saludo, buenas carreras y gracias de nuevo amigo.

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  22. Ya veo que has tenido algo de guerra con la ignorancia ;). Leer tus crónicas y textos es como leer tu mente, dices lo que se te pasa por ella. Te felicito por ello, no resulta nada fácil, no todos nos atrevemos a escribirlo.

    Sabes que hay un dicho que dice que se aprende más de una derrota que de una victoria. Seguro que está experiencia te servirá de mucho. Y paciencia, que nuestro cuerpo tiene altibajos.

    Un saludo,

    J. David

    PD: Gracias por las dos frases que has aportado a mi blog, ya las añadido.

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  23. Muchas gracias J. David. En esto de las crónicas y comentarios, pienso que hay que ser honrado con los demás, aunque sobre todo con uno mismo, y escribir realmente lo que pasa por nuestra cabeza. A fin de cuentas, son nuestras sensaciones y las experiencias vividas lo que queremos transmitir. Las cosas son como son y así hay que contarlas, siempre desde la perspectiva del que las cuenta.
    Respecto a la retirada de la Travesera, pienso como tú. Las derrotas nos sirven de estimulo para mejorar. Aparte de esta lección de humildad, me quedo con que el cuerpo necesita descanso para afrontar las carreras con todas las garantías.
    Buena suerte en tus objetivos de este verano y que todo vaya bien.
    Un abrazo y seguimos un contacto amigo.

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  24. hola buenas chelis soi un corredor de tenerife y me gustaria saber donde podria adquirir unas mallas como las que usastes en la transvulcania de ante mano muchas gracias mi correo es raqyale69@hotmail.com

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  25. Somos Juanjo Aranburu y Xabi Yurrebaso, dos montañeros/corredores de montaña asiduos visitantes de Picos de Europa (travesias).

    Querriamos participar en la VIII edicion de la Travesera pero no consegimos dar con la forma de inscripcion. Agradeceriamos cualquier informacion al respecto.

    Mi correo es izazpiko@gmail.com

    Eskerrikasko

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