martes, 14 de agosto de 2012

Las huellas de las personas que caminaron juntas nunca se borran. ( Proverbio Kongo)




Sábado 10 de agosto de 2012, 03:50h AM. Poncebos, una de las puertas de entrada a la Senda del Cares en pleno corazón de los Picos de Europa.

Allí nos encontrábamos Pablo Criado Toca, recién salido del hospital un día antes y uno mismo, recién viajado desde Madrid esa misma noche, por tanto sin dormir, para intentar subir con alevosía, nocturnidad y premeditación a Torrecerredo, el techo de los Picos.

No parecía lo más sensato, dadas las circunstancias. A las que había que sumar, una dolorosa molestia en mi rodilla izquierda que ya me había obligado a abandonar antes de tiempo el entreno bandolero de la noche del pasado jueves.

Pero somos tipos duros, uno más que otro (todo hay que decirlo) y nos apuntamos a un bombardeo, aunque las bombas amenacen con caer sobre nuestras cabezotas.

Pablo tuvo a bien, traerse una frontal Nao de Petzl para que la probase y mira tú por donde, ese era un aliciente más para decidirse a salir en la calurosa noche astur. (tengo que reconocer que durante el viaje Madrid-Poncebos de aprox. 4h 30', la rodilla me molestó bastante y estuve en un tris de llamar a mi compi de aventura "in the middle of the night" para comunicarle que me bajaba de la burra, incluso antes de haberme montado en ella. También reconozco, que mayormente, lo que me llevo a no hacerlo, fue el pesado historial "delictivo" acumulado en otras célebres espantadas. Para no engordar ese "palmares", acudí a la cita no demasiado puntual, pero allí estaba, que era lo importante)

Al final entre pitos y flautas, cuando quisimos ponernos en marcha pasaban de las 04:30h AM, con lo que la excursión nocturna se iba a quedar más bien en algo testimonial, habida cuenta que a partir de las 06:30h minuto arriba, minuto abajo, empezaría a clarear el día.

Enfilamos la canal del Tejo y en un mírame la mano nos plantamos en el puente del desvío a Bulnes de Arriba.

La rodilla me iba molestando que no veas, y eso que ver, veíamos mejor que bien con las dos super naos que portábamos ambos.

Al ser la primera puesta (de la Nao) me resultaba un pelín incomodo llevar la gorra (de Hoko) que no ajustaba bien en la cabeza (la gorra). Seguramente era más debido a que el diámetro de la gorra era para trailrunners de cabezas de guisante y uno tiene más bien cabeza de melón.

Será algo a mejorar, puesto que no sé correr sin gorra. Tan fácil como dejar la gorra de Hoko en suavizante para ver si expande un poco y utilizar en los ultras la clásica de Raidlight que ya tiene la horma del bolo propio.

Los bandoleros del Guadarrama dan mucho juego, y como casualmente el camino que nosotros hacíamos de subida, lo hicimos en su momento de bajada con muchos de ellos en el anillo del Vindio del pasado 4/5 de agosto, pues hubo palabras y recuerdos para todos. De algo había que hablar, y las 31h47' del anillo dieron mucho de sí, tanto que se pudieron rescatar unas cuantas anécdotas.

La Canal de Amuesa se me atragantó un poco más de lo esperado, y solicité el comodín de un gel de Powerbar para llegar a la majada herbosa del inicio de la Cuesta del Trave. Entre párate, saca el gel, ábrelo, tómatelo y bebe algo para que pase del gaznate................pues Pablo se alejo unos cientos de metros.

Decidí, ya parado y avituallado, tomarme un anti-inflamatorio porque el dolor de la rodilla, lejos de desaparecer, parecía ir en aumento, paralelo a mi cansancio.

Afortunadamente, una vez recuperado el orden de marcha, la pendiente era menor que en la Canal y se pudo ir haciendo camino al andar.

Costo un poco, pero entre uno que aceleraba el paso y otro que lo iba acortando, nos encontramos de nuevo, antes de enfilar las Traviesas del Trave, justo cuando rompía el día.

Todo un espectáculo ver amanecer en un paraje tan sobrecogedor como el que nos encontrábamos, a poco de asomar el hocico al jou de Cabrones donde se haya su refugio homónimo.

Pablo comentó, la pena que fue pasar con lluvia fina y niebla una semana antes en el anillo, para que los bandoleros que no conocían ese entorno majestuoso del Trave y Amuesa no pudieran ver su grandiosidad, tal como nosotros estábamos viendo en aquellos momentos.

Superadas las Traviesas, parece que ya estás en Cabrones, pero aún queda un incómodo tramo de subes y bajas hasta llegar al refugio.

Cargamos agua en la fuente y seguimos buscando Torrecerredo. Aún no lo veíamos, porque nos lo tapaba el Pico Cabrones (2553m) pero en cuanto subimos uno de sus collados, allí emergía elegante y desafiante el techo de los Picos con sus 2,648m sobre el nivel del mar.


Hasta la misma base de la Torre no existe dificultad alguna, una vez en ella, la ascensión a su cumbre está catalogada como Poco Difícil Inferior. El último tramo, de unos 200 metros, es una trepada sencilla donde se hace necesario el uso de manos aunque no de material de escalada, habiendo en alguna de las terrazas superiores montada alguna reunión para montar un rappel, para los menos atrevidos con el descenso, siempre más expuesto y peligroso que el ascenso.



Impresionantes las vistas desde la atalaya de la Torre de Cerredo, que por algo es la cumbre dominante, no sólo de Picos de Europa, sino también de la Cordillera Cantábrica e incluso del todo el noroeste de la Península Iberica.

La vuelta a los coches sería por la canal de Camburero, aunque antes habría una parada técnica para desayunar en el refugio de la Vega de Urriellu, ubicado a los pies de la imponente cara oeste de Picu, donde por cierto a esas horas de la mañana, ya había varias cordadas en sus vías de escalada.

Una enriquecedora charleta con los guardas del refugio, (quienes nos confirmaron que el tema del anillo de Picos está ya okey, con todos los parabienes de la administración del parque (al parecer había algún pequeño problema con una parte del trazado que pasaba en una zona de influencia del urogallo, y que ha sido subsanado con un pequeño desvío para no molestar al Tetrao urogallus cantabricus) y que incluso ya tienen el visto bueno para realizar el marcaje del recorrido. Asimismo nos confirman que los pasaportes con los sellos de los refugios comenzaran a funcionar a finales de la temporada de verano) y unas cuantas galletas maria de cuétara después y ya estábamos listos para enfilar la vertiginosa bajada a Bulnes por la canal de Camburero.



En menos de lo esperado, nos plantamos en Bulnes primero y en Poncebos después, a pesar de que el bueno de Pablo se paraba una vez sí y otra también, con multitudes de gentes conocidas por el camino.




Antes, habíamos tenido tiempo de desanimar a varios andarines que nos preguntaban cuanto les quedaba hasta la vega de Urriellu e incluso de hacer un concurso de saltos entre unas rocas en pleno cauce del arroyo en el Canal de Balcosin.


Ya en el inicio de la senda del Cares, dejamos las armaduras de trailrunners y con traje de baño y chanclas nos bajamos al rio que da nombre a la senda y al desfiladero a darnos un merecido y tradicional baño.

Puedo decir que el mio (el baño) duro apenas unos segundo, de lo condenadamente fría que estaba el agua. El bueno de Pablo, aguantó estoicamente un buen rato.


Vuelta a los coches, una cervecita en el Restaurante Cares y Pablo rumbo a las playas de Llanes, donde le esperaban Ana y Encarna, y uno mismo, completamente fuera de horario, rumbo a Comillas, donde hacían lo propio mujercita (con un cabreo de tres pares de narices) y el campeoncin.

Un recibimiento con merecida bronca incluida, fue mi premio a esta nueva Chelisada.

He de reconocer, que el plan original estaba bien planteado. Era hacer una salida trailrunnera nocturna y llegar a Comillas antes de que se levantara la familia propia.

Al final todo se fue de madre y acabe llegando justo para acostar al pollito para su siesta.

Como dicen en Kenia:

"Un asno siempre da las gracias con una coz" (Aplíquese a uno mismo, mismamente)


Enlace de todas las fotos del día






















lunes, 6 de agosto de 2012

ANILLO DEL VINDIO 2012. Prólogo de una aventura bandolera de proporciones inimaginables.



Clamé al cielo, y no me oyó.
Mas, si sus puertas me cierra,
de mis pasos en la Tierra
responda el cielo, no yo.

Avance de noticias bandoleras del anillo.

5 minutos sobre las 10:00h AM del pasado sábado 4 de agosto se daba oficialmente la salida a esta edición especial de intento de anillo con amplia representación bandoleril, Nerea Martínez, David “Kupricka” González, Raúl “Montagn'hard” Frechilla, Manuel “todovertical” Rivera, el sorprendente novato Antonio Martín y el que suscribe, a los que se sumaban, el bejarano afincado en Gijón, Jorge Rivero, el asturiano Miguel, los finishers del Tor des Geants, Valentin Garcia, Abel Atalanta, el doble finishers del Tor Oscar Martín (único españolito que tiene ese registro) y Pablo Criado, el alma mater de que esta historia llegara a  buen puerto, que no sería otro (el puerto) que el mismo de la salida, al tratarse de una epopeya circular u oval. Vamos, parafraseando a David, lo que viene siendo un anillo.

Contamos con la inestimable colaboración de Jesús y todo su equipo del Hostal Remoña que nos subieron en 4x4 desde Espinama hasta Áliva.

Y también con el apoyo logistico de Roberto, Encarna y ocasionalmente Ana, que nos seguirian en furgoneta brindándonos asistencia externa en Sotres, Poncebos, Lagos y Posada de Valdeón para completar un Tor particular de 332Kms de carreteras.

Volviendo a los anillistas, los primeros pasos fueron en ligero descenso en busca del valle de las Moñetas, Canal del Duje y,o, Vegas del Toro, y nos acordarnos de los ausentes, en especial de David Pacheco.

El personal iba animado y con la adrenalina a flor de piel y subimos la canal del Jidiellu en 1h40' o algo menos.

La bajada hacia el casetón de Andara la haríamos más despacio, por el maltrecho tobillo de Jorge por un lado y porque no abundaban los especialistas en descensos por otro, pero aún así llegamos al refugio de Andara con casi 2 horas de adelanto sobre el horario previsto.


La pesada pista de Andara se hizo más ligera esta vez, a diferencia de la Travesera, ya que no había que llegar al Jitu de Escarandi y la abandonamos para subir al Collado de Antesoles (o como se llame) para bajar a Sotres, primer punto de avitullamiento donde encontramos la furgo de asistencia.

Una vez avituallados y después de una salida nula, hubo que recular en busca de las frontales ya que nos íbamos tan ricamente sin ellas.

La peña se tomo en serio lo de las 30h y subieron al Collado de Pandébano a un ritmo infernal, tanto que Oscar, que había subido desde allí a Urriellu días atrás, decidió que se bajaba a Bulnes y se incorporaba en Poncebos.

De la docena, nos quedamos impares, pero el ritmo de subida a diferencia del de la tropa no decreció, sino que se mantuvo o incluso aumento.

Yo me canse de repetir que íbamos muy rápido pero era como predicar en el desierto.

De esa guisa en un periquete llegamos a la Vega de Urriellu y a su refugio homónimo, con algún elemento algo descolgado, pero que finalmente llego para agrupar el personal.

Una coca cola por barba, chubasqueros en ristre y a por la brecha de los cazadores y el refugio de Cabrones.

Para arriba seguiamos a buen ritmo, pero hacia abajo el tobillo de Jorge marcaba el ritmo a cola de grupo.

Dejamos atrás Cabrones para buscar la Cuesta del Trave con algún destrepe simpático y enfilar la canal de Amuesa para, deslizándonos por su pedrera con mayor o menor elegancia y rapidez, dependiendo de la destreza de cada uno, llegar a Bulnes de Arriba, luego tomar a la izquierda la Canal del Duje hasta Poncebos, a la puerta de la senda del Cares, donde ya esperaban los sufridos y fieles asistentes.

Algún cambio de ropa, algo de comida, bebida, intercambio de impresiones y unos que se quedaban, Antonio Martín porque pensaba haberlo hecho en Sotres a las 4h30' y se acababa de cascar 9horas como 9 soles y tan fresco el tio......pero se quedaba porque estaba ahí su chica y lo primero es lo primero. Abel Atalanta, aún pudiendo seguir porque se encontraba bien, opto por dejarlo allí por prudencia y porque así llegaba para trabajar algo en Ciudad Rodrigo. Valentín, estaba condicionado por su menisco y también se apeaba en esa estación de Poncebos.

Y Oscar que pensaba en incorporarse , decidió que iba a ser que no y que lo haría en Posada de Valdeón.

Antonio, su chica y Manuel se fueron en coche para Espinama, así que el grupo de 11 paso de golpe a quedar integrado por 7, aunque por poco tiempo, ya que justo en el momento de reanudar la marcha, aumento a 8 porque apareció el leones Salvador Calvo, que había dejado a Jeśus que tenía problemas en las rodillas y no podía acompañarle corriendo, como era su intención.

Ocho Kms de senda del Cares después el que abandonaba temporalmente el barco era uno mismo, con una mezcla de cansancio, sueño y mareo. También fue mala suerte, porque 200m antes de llegar al desvio para coger la Canal de Trea, un traspiés dió con mis huesos en el suelo, aunque sin mayores consecuencias.

En esta ocasión, no estuve a la altura de la exigencia de una aventura de este empaque y opte por tomar el camino de enmedio (nunca mejor dicho).

El anillo no tiene compasión por nadie, y lo que hayas hecho antes no vale de mucho, o más bien de nada en la realidad del momento.

Los 7 supervivientes cogieron Trea para Arriba y uno siguió Senda del Cares hasta Caín primero y Posada de Valdeón después, donde busque acomodo en un Hostal para pasar la noche con intención de incorporarme al grupo de nuevo por la mañana y realizar el tramo Posada-Aliva.

Estando en el 3º, 4º o 5º sueño, recibi una llamada a las 05:25h de la madrugada de Raúl Frechilla peguntándome donde estaba, que él había abandonado en Lagos y ahora acaba de llegar con la furgo de asistencia a Posada. (El bueno de Raúl había tenido que hacer encaje de bolillos desde Francia con toda una combinación de transportes para poder ser de la partida en este anillo. Y además se presentaba con más de 12.000m de desnivel positivo pirenaicos en su piernas de los días previos a la aventura anular)

Le dije que estaba en el Hostal, que se viniera a darse una ducha y domir allí, pero me dijo que ya estaban acoplados en la furgo y que nos veríamos para desayunar.

La hora prevista de paso de los que seguian con vida en el anillo se estimaba sobre las 10:30h.AM

Se dió la circunstancia, que ajeno a mi hostal y a la furgo de asistencia el bueno de Jesús, llego andando a Posada de Valdeón a las 02:00h AM y durmio a pié de calle. Con lo que la situación era cuando menos curiosa, 6 valientes bajo el agua y la niebla en el anillo, Jesús durmiendo a la intemperie, y Ana, Encarna, Roberto, Oscar, Valentín, y Raúl haciendolo en la furgo o al lado de la misma, y yo en una cama del hostal de 1'50m.El caso es que todos estábamos en un radio de poco más de 150 metros.

Lo mejor de todo era que todos nos juntaríamos de nuevo por la mañana, cosa que sucedió pasadas las 11:40h, algo más tarde de lo previsto.



A juzgar por las caras de Jorge y Pablo, la noche debió de ser movidita, seguramente por no encontrar un ritmo de marcha del gusto de todos.

Allí finalizaba el anillo de Salva, con un nuevo record de 28h y pico, aunque al recordman de anillos lo llevábamos con nosotros, como era Pablo Criado, que en unas pocas horas pasaría a ser el único bicho viviente que tendría 3 anillos non stop integros y por el recorrido homologado completados.

Al quedarse Salvado en Posada, el grupo menguó nuevamente a 5, pero para evitar esa merma estábamos Raúl y yo, y al unirnos a ellos en el tramo final, la cosa quedó nuevamente en 7.

Cordiñanes, Vegas de Asotin, Argayo Congosto, Tiros de Casares, Cabaña Verónica y finalmente sobre las 18:00h de la tarde del domingo, Nerea, Pablo, Miguel, Jorge y David entraban triunfadores en las proximidades del refugio de Aliva completando el anillo de Picos en algo menos de 32h.




Bravo, bravísimo por tod@s ell@s,

Un nuevo récord para Nerea al ser la primera fémina en completar el anillo de Picos.

Hay muchos datos e infinidad de detalles que están por contar, pero es lo que tienen los resúmenes, que deben ser escuetos y concisos.

En breve, si se da el caso, una crónica con todo lujo de detalles.

Aunque volverá a hacerse en su momento, no me resisto a destacar la calidad humana de este grupo de deportistas que hemos compartido un inolvidable fin de semana en un entorno privilegiado, único diría, haciendo lo que más nos gusta, como es correr por las montañas.

Gracias Jesús del Remoña por tanto despliegue de atenciones.

Gracias Encarna, Ana y Rober por todo el seguimiento y el apoyo.

Gracias Abel Atalanta, me ha encantado conocerte en persona. Eres tan bueno, o mejor, que tu blog y espero verte pronto.

Gracias Valentín por venir a pesar de tu menisco en pepitoria, buena suerte con esa operación.

Gracias Óscar “a mi me daban 2” (tor des geants). Me da un poco de pena no haber compartido más tiempo rulando contigo. Para la próxima...

Gracias Miguel “Mr. Bean” por acercarte a compartir este anillo con nosotros.

Gracias Nerea por ser una bandolera y darle tintes de épica a todo lo que haces.

Gracias Manuel por dejar el ultra del Aneto para acompañar a tus camaradas bandoleros en este anillo.

Gracias David por aguantar estoicamente los 125kms, 18.000 m de desnivel y casi 32h y guardar algo de tu humor de Orcasitas para la parte final de la aventura.

Gracias Raúl por darte la paliza de viaje desde Francia para estar con nosotros.

Gracias Jorge por tu talante y tu buen humor, aunque la próxima vez no vengas lesionado, anda.......

Gracias Antonio por tu entusiasmo, por tu sonrisa y por tu energía. Sin duda, para mí eres uno de los triunfadores del fin de semana. En dos palabras: Impre-sionante. Te has licenciado con nota en Picos de Europa amigo.

Y por encima de todos, muchas gracias Pablo por guiar este grupo para completar un nuevo anillo. Sé lo mucho que te ha costado ir por debajo de tu ritmo y lo que has sufrido con tus pies. Nada de esto hubiera sido posible sin ti, que lo has organizado, coordinado y guiado, y por ello te estaremos siempre agradecidos.

Por mi retirada en el inicio de la Canal de Trea apenas he cruzado palabra con Salva Calvo, pero siempre es de agradecer la presencia de alguien tan ilustre en un evento de estos.

Y lo único que me apena del fin de semana, aparte de que no todo el mundo, por unas razones u otras haya podido completar el anillo, y al margen de las ausencias, es no haber compartido tiempo ni espacio con alguien del que siempre se aprende algo, como Jesús Martínez Novas. Un abrazo paisano y cuídate esas rodillas

Gracias de corazón a todos y mis más sinceras felicitaciones a cada uno de vosotros, especialmente, por razones obvias a los que se lleva el anillo a su casa: Nerea, Pablo. David, Jorge y Miguel.
Fotos anillo bandolero