martes, 15 de junio de 2010

TRANSVULCANIA (crónica de una muerte -deportiva- anunciada)

Bueno, vale..........igual resulta un poco exagerado. Nadie palma por un mal día, afortunadamente. Porque de otra manera, algun@s, entre los que me encontraría, llevaríamos tiempo fuera de la circulación. Por supuesto, hablando siempre figuradamente y en términos extrictamente deportivos.
Pero, mejor, vayamos por partes y en riguroso orden cronológico, dejando el análisis para el final.
Después de El Hierro, Gran Canaria y Tenerife, mi 4ª visita a las maravillosas islas Canarias tenía como destino La Palma (en adelante, la isla bonita) para disputar la transvulcania, en su II edición, y cerrar así la trilogía de ultras canarios, además del maratón del meridiano, celebrado allá por el pasado mes de febrero.
Sobre el papel, el ultra volcánico de la isla bonita, tanto por desnivel, recorrido, tipo de terreno, etcétera, etcétera ...era el que mejor le iba a mis características como corredor de montaña, recién aterrizado en este exigente mundo de la ultradistancia, aunque en este caso concreto, no tan ultra, porque el kilometraje se quedaba bastante por debajo de la centena. (oficialmente 83 Kms, y según mi GPS 69,7 Kms)
Además del atrayente perfil, en esta ocasión tenia el aliciente de batirme el cobre, o al menos intentarlo, con Dioses de la larga distancia, como Marco Olmo y Salvador Calvo, entre otros, además de otros "angelitos" venidos desde la península, incluso con "novatos" como Paquito el Palmero, y toda la retahila de clásicos corredores canarios, que no nombro, porque son tantos que se me iría la crónica hasta el infinito y más allá. Por descontado, no he hecho mención al extraterrestre Heras, porque ni en el mejor de mis sueños tendría opción de ni siquiera intenta seguir a su sombra.
Bonita ocasión, con tanto referente, de buscar mi lugar en el mundillo ultra. Miraba y remiraba el perfil de la carrera y me las prometía muy felices, pensando en los 2.426 metros de desnivel negativo que nos esperaban en el Roque de Los Muchachos y que en vertiginoso descenso nos conducirían a Tazacorte. Ahí se encontraban buena parte de  mis bazas de hacer algo grande en la prueba. El tramo desde Tazacorte a Los Llanos de Aridane, no me quitaba el sueño, porque, por mal que se me diera, no era demasiado largo.
Ah, y la continua y larga subida desde Fuencaliente al techo de la isla, tampoco era una preocupación, porque, aunque tenía claro que iba a perder tiempo con los de adelante, confiaba totalmente en mis posibilidades en la bajada kamikaze final.
Ay, las dichosas cuentas de la lechera........
Situémonos en la semana previa a la gran cita transvulcana.
Llevaba unos días con las piernas hinchadas, cansancio generalizado, síntomas de insomnio y no sé cuantos más trastornos metabólicos. Lo achacaba al apretado calendario deportivo que, quizás, me había desgastado en exceso y me estaba pasando factura.
Pues, resulta que, aparte de lo anterior, sorprendentemente, después de las pertinentes indagaciones, al parecer mis males podian deberse a,  ¿un embarazo solidario?.......Me pasmo!
 Mi mujercita que más me quiere, Itziar, está embarazada de 5 meses y yo, solidario donde los haya no quería ser menos. Bromas, aparte, parece que ser que no es algo tan raro, ya que al menos 1 de cada 4 hombres puede llegar a padecerlo. Es lo que tiene la dichosa empatia química. Por tener, tiene hasta nombre y todo. Se llama sindrome de Couvade .
En fín, yo encantado de compartir los sintomas del embarazo de Itziar, pero es que ahora mismo me venía bastante mal, la verdad.  ¿No podríamos dejarlo para otro momento? Se ve que no, como dice en refrán: el hombre propone y Dios dispone
Pues llegado el viernes día 4, y una vez finalizada la semana laboral, allí nos encontrábamos mis síntomas de embarazo solidario y yo en el aeropuerto de Barajas, listos para coger el vuelo destino a La Isla Bonita.
Llegada al aeropuerto.............al poco me reencuentro con mi amigo, el canarión Alberto, que volaba con Binter desde su Gran Canaria, y se estrenaría en esto de los ultras.
Fuera nos esperaba Pedro, amigo de Alberto, con su Astra blanco que nos conduciría a su casa en Los Llanos de Aridane, lugar donde estaba ubicada la meta de la carrera.
Descanso, compra de viandas para el desayuno, comida-merienda, tertulia, cena y a intentar dormir porque a las 04:00h AM había que estar en la estación de guaguas.
No conseguimos dormir demasiado, quizás por la cena tardía , los nervios, o Dios sabe qué, o sí.
Suena el despertador a las 03:30h. En mi caso ducha fría para espabilar. Desayuno de pan centeno con mermelada, batido proteico y un plátano. Revisión de material y la vestimenta para la ocasión. Esta última la misma que en la trans y la cruza. (para que cambiar) De material, prescindo de la H7 de Led Lenser y me llevo una frontal minimalista. La salida es a las 06:00h AM y escasamente pillaremos 1 hora de noche. A recomendación de Alberto, me cubro las Salomón XT-WINGS S-LAB con unos guetres de Raidlight para salvar las zonas de picón volcánico. (A toro pasado, considero que no hubieran sido necesarios)
Abandonamos, muy a nuestro pesar, porque nos hubiéramos quedado a dormir algo más, la casa de Pedro y encaminamos  con somnolientos pasos el camino a la estación de guaguas.
Llegados al punto de recogida de corredores, nos encontramos con mucha gente vestida de forma extraña, con pantalones cortos, zapatillas chillonas, mochilas, frontales e incluso algunos con bastones............Nos miramos........... No pasa nada. Son del gremio.
Se masca la tensión, los nervios y la incertidumbre entre el personal, y el que más y el que menos lo disimula con una sonrisa, o algún chascarrillo. Yo, sólo bostezo. Estoy muerto de sueño.
04:00 AM. Con puntualidad británica llegan las guaguas, y lenta y organizadamente todos para dentro.
Ya no hay vuelta atrás. Vamos camino del infierno o de la gloria.
Dejamos Los Llanos rumbo al Faro de Fuencaliente. Creo que no hay un Kilómetro de  rectas. Madre mía, todos son curvas. La carretera, baja, baja y baja. Esto se hace larguísimo. 1 hora y 1/2 más tarde, vemos el faro en cuestión. Vaya mareo. Entre el sueño y el viajecito en guagua estamos como para correr todo el día. Por fin bajamos. Qué mal cuerpo! Busco un improvisado baño entre roca volcánica para aliviar los intestinos.
Corre un vientecillo fresco, pero no  frío.  Bien, porque salvo la manta térmica no llevo nada de abrigo.
Nos acercamos al corralillo de salida y nos metemos en el redil. Se mezclan los petos rojos de la "corta" con los amarillos de la "larga". Muchos fotógrafos, cámaras de tv e incluso alguna radio se  mezclan con los protagonistas del día. Las "estrellas" en 1ª linea, con la imponente estampa de Marco Olmo, y el resto de "mortales" salpimentados alrededor de ellas. Aún tengo tiempo de saludar a Nerea, Heras, Goyo y el Muflón del Teide entre otras celebridades.

Últimas indicaciones y cuenta atrás. 06:00h AM, bocinazo y salida oficial y tod@s en estampida, como si nos fueran a faltar horas y kilómetros para correr.
                         
Alguien me toca por detrás y me voy al suelo, con la mala suerte de que el iba delante casi me ensarta con la punta de sus bastones. Todo queda en un fuerte golpe en la rodilla derecha, con sangre y todo, y en una rasponazo en la axila izda del amigo de los bastones. Bueno, y quedarme rezagado lo bastante para pillar atasco en el primer tramo de sendero y tocarme hacerlo andando.
Bueno, no empieza precisamente  bien mi andadura en esta transvulcania. En los primeros 10 metros de carrera ya he sufrido una caída. Además sigo con el estomago revuelto del viaje en guagua (supongo que como la mayoría), sueño, cansancio y las piernas hinchadas. No pinta muy bien la cosa, pero poco a poco vamos avanzando. A duras penas voy pasando gente como buenamente puedo, sorteando los dichosos bastones con las puntas hacía atrás. Vaya manía que tenemos compañer@s. Las puntas metálicas o hacia el suelo, o hacia adelante, por favor.

Alcanzo a mi compi Alberto  un poco antes de coger la pista, que más adelante, y depués de subir un tramo de sendero de picón y un falso llano de carretera de asfalto, nos llevaría al pueblo de Los Canarios. Km 7,4 de  carrera. Vamos un rato juntos, pero el se va quedando y yo poco a poco me voy alejando. Irremediablemente, a partir de ahí cada uno haría su carrera.

Ya está amaneciendo. Me quito la minifrontal y me la enrosco en la muñeca derecha. No voy mal, pero tampoco voy bien. Voy haciendo camino, alternando correr y andar, dependiendo de la inclinación y la cantidad de picón volcánico que me voy encontrando. No me pasa mucha gente, apenas 3 ó 4 corredores, aunque yo tampoco sobrepaso a ninguno de mi distancia. Voy flipando con lo que veo, pero pienso que la magnitud del paisaje sería más impresionante de bajada que de subida, ya que nos falta perspectiva. No tengo el día para parar y darme la vuelta, así que mejor sigo y en otra ocasión me hago el sendero de bajada y me entretengo con las vistas.
Un poco antes de coronar Las Dehesadas, Km 18, me alcanza el incombustible Goyo Armás y otros 2 corredores, nos saludamos efusivamente, y en la bajada inmediantamente posterior les vuelvo a pasar.
Ahí, se acabaron mis momentos de gloria en esta prueba. (aunque en esos instantes, optimista de mí, aún no era consciente del fin de mis expectativas de hacer algo interesante)
Siguiente subidita y otra vez Goyo que me vuelve a pasar.

Bajada por pista en busca del Refugio del Pilar. No fuerzo, y aunque alcanzo a 2, voy siguiendo la estela del amigo Gregorio. Km. 26,8. Area recreativa El Pilar. Aquí acaban su aventura los de la corta, donde Agustí Roc y Angel Llorens han impuesto su ley.
En estos casi 27 Kms, atrás han quedado el volcán Martín, Monte El Cabrito, Volcán el Charco, Las Dehesadas I y II, el cráter del Duraznero, el volcán de San Juan, el volcán de Hoyo Negro, el pico Nambroque, La Barquita y el pico Birigoyo, todo ello en el sendero GR 131, en la conocida Ruta de los volcanes, por donde ha transcurrido esta 1ª parte de la carrera.
Mucho publico y muy bullicioso en El Pilar.
Bebo, como algo y me ponen un dispositivo GPS para seguirnos en carrera. Deben de ponérselo a los 20 primeros, así que por un monento me siento importante y pienso que a fin de cuentas no debo ir tan mal. El aparatito en cuestión, es imposible de perder. Madre mía, tiene el tamaño de una tele de 14".

Sale Goyo y yo detrás. No quiero perderle, ya que es una buena referencia porque sube muy bien. Cogemos una pista polvorienta en un tramo conocido como Cumbre Nueva, con diferencia lo menos bonito de la prueba, que en un prolongado falso llano nos conduce a un nuevo avituallamiento, en El Reventón, Km 34.
A esas alturas de carrera mis piernas, más concretamente los gemelos, se estaban empezando a gripar, y para evitar males mayores, pienso que  mejor, camino y sigo poco a poco, que no corro y me arriesgo a romperme. Me siento como la tortuga de la fabula de Esopo, pero aún confio en convertirme en liebre en la bajada final.
A todo esto, y mientras me aplican un poco de gel frío en los gemelos, se dan dos circunstancias, por un lado el bueno de Goyo, que iba a lo suyo, desaparece montaña arriba, y por otro, aparece la gran Nerea Martínez.
Después de interesarse por mi estado y darme ánimos, la buena de Nerea, me sirve de referencia para llevar un ritmo interesante de carrera. Así me convierto en su sombra hasta el refugio de Punta de Los Roques. Antes habíamos dejado atrás el Pico de Las Ovejas. Estábamos en la ruta de la Crestería que nos llevaría en un continuo sube y baja, hasta Roque de Los Muchachos, con la impresionante Caldera de Tamburiente a nuestra izquierda, visible en todo momento.
Pico de la Sabina, Pico de la Veta, Pico de la Nieve, Pico de Piedrallana y Pico de la Cruz, avituallamiento y Km 47,5 de carrera. Ya nos iba quedando menos. Hasta aquí, alternando correr y andar y los gemelos parecen aguantar y la moral, siguiendo a Nerea, también.
Después del Pico de La Cruz, parece que me encuentro algo mejor y corro más que ando y Nerea que va a su ritmo, se queda un poco por detrás. Veo a 2 corredores en la distancia y me voy decididamente a por ellos. Les rebaso en el Pico de Los Andenes, y ya me voy en solitario al asalto del Roque de Los Muchachos.
Alcanzo los 2426 m del Roque, y me paro lo justo para beber algo y salir pitando. No recargo el camel, aunque si el bidón de la mochila raidlight.
Me dicen que voy el 14. Eso me da una motivación extra y me digo a mi mismo que ahora empieza mi carrera, y mal se me tiene que dar para no meterme entre los 10 primeros.
Me lanzo como un sputnik cuesta abajo, pero enseguida una fuerte rampa frena mi despegue. ¿Pero no era todo para abajo? Pues no, aún queda subir al Roque Palmero. Vaya por Dios!
Por si esto fuera poco, me doy cuenta que mis piernas, siguen sin funcionar. Una vez superado el último escollo de subida, ahora si que todo es bajada. Intento correr, pero cuando llevo un tiempo haciéndolo, tengo que pararme. Tengo tal fatiga muscular en las piernas, que no me sujetan el cuerpo.
Pues de esa guisa, ahora corro un poco, ahora ando, vuelta a correr, otra vez a andar,.....transcurre mi periplo por la parte final del Bastón. Al final ni tortuga ni liebre. Tendré que leerme de nuevo la fábula por si me he perdido algo.
Que situación más extraña. Nunca me había sucedido nada parecido. Un descenso espectacular 100% sendero, relativamente técnico, largo, larguísimo. Y ahí, me encontraba yo sin poder correr. Paradojas de la vida. Tantas cuentas de la lechera y con que facilidad se van todas al traste.
Con más pena que gloria, y con algún que otro juramento, afortunadamente fueron pasando los kilómetros hasta llegar al Time en el Km 71, desde donde se avistaba el Puerto de Tazacorte.

Bajada final al puerto en sendero zigzagueante muy bonito, en contraste con lo anodino del tramo anterior, desde el Time, pero a mi ya me daban igual 8 que 80, y no estaba disfrutando la carrera desde mucho tiempo atrás.

Alcanzo Tazacorte, Km 77, entre los aplausos de la gente que estaba comiendo tan ricamente en las terrazas.
Increiblemente en todo el trayecto de bajada desde Roque de Los Muchachos no me había alcanzado ningún corredor, a pesar mi lamentable descenso, pero lo realmente sorprendente fué, que cuando yo llegué al avituallamiento del puerto, 2 corredores lo abandonaban.
Iluso de mí, creyendo que podría darles alcance, aligero un tanto el ritmo, hasta que los casi 2 Kms de asfalto siguientes me devuelven a mi cruda realizad del día, y vuelvo a mi papel de tortuga esópica.
En un puente dejamos la carretera y ascendemos por un camino haciendo zetas, conocido como camino del Calvario. Apropiado nombre para definir mi carrera, tanto o más que el Barranco de las Angustias, que estábamos dejando atrás. Miro el Garmín 401 y me marca la nada despreciable velocidad de 3,8 Kms/hora............sin comentarios!!!!
Un poco antes de salvar el desnivel que nos separaba del altiplano donde se encuentra Los Llanos de Aridane, me alcanza un corredor, que me da agua y se ofrece a remolcarme. Acepto su agua, pero rehuso amablemente su ayuda. Gracias de todos modos, amigo.
Por fín en el casco urbano. Inexplicablemente, un cruce sin ningún tipo de indicación me hace dudar por donde seguir. Una amable señora, se asoma a una ventana y me indica que a la izquierda.
Recta de entrada en el centro de Los Llanos interminable, más llevadera por los aplausos de la gente con la que me voy encontrando a medida que me acerco a la ansiada meta.
Por fin, final de la recta, giro a la derecha, nuevo giro a la izquierda y ya veo el arco de meta. Explosión de júbilo en el público que allí se congrega y con 10h 26', cuando hace más de 2 horas que Herás hizo su entrada triunfal, el amigo Chelis daba por finalizada su triste participación en esta preciosa transvulcania 2010.
Unas palabras a través del micrófono del polifacético Depa, su felicitación, posterior limpieza de pies, piscinita con agua tibia, otra con agua fría, todo ello previo al masaje de rigor que allí mismo nos obsequia el sevicio de fisioterapeutas de la prueba.
Veo a Paquito el Palmero y me dicen que ha entrado 2º en su 1ª carrera de larga distancia. Me alegro por él y le felicito. Siempre resulta díficil ser profeta en su tierra.
Se acerca Goyo Armas, que ha entrado 8º en una fenomenal carrera, y me dice que le ha extrañado mucho que no le cogiera bajando. Le cuento las vicisitudes sufridas y entoncés ya lo entiende y me felicita por haber finalizado las 3 grandes carreras de montaña canarias, cosa que el también ha hecho. Bien por nosotros!!
Entra Nerea Martínez, como vencedora. Llega rota por los calambres. Parece que ha tenido problemas de deshidratación por falta de sales, pero así y todo finisher y ganadora. Esta chica es de otra pasta.

Me voy a casa de Pedro a darme una ducha reflexionando sobre mi carrera. Sabor agridulce. Contento por terminar. Decepcionado por el rendimiento ofrecido. Demasiado castigo para mi ego, pero justo premio a mis prestaciones. (puesto 15º absoluto)
Después de la ducha, sigo viendo las cosas de la misma manera. Tardaré en olvidar esta decepción. Espero que no tanto como tardará en llegar la próxima transvulcania. (De la que por cierto, parece que ya hay fecha: 7 de mayo de 2011)
Les detallo mi aventura a Montse y a Pedro, nuestros anfitriones y amigos de Alberto, y a pesar de lo desastroso que les pinto mi actuación, me felicitan por ella.

Me acerco a la zona de meta para ver entrar a mi compi y sacarle alguna fotillo. Me hace mucha ilusión verle llegar y me imagino que a él también. Es su primer ultra.
Van pasando los minutos y no acaba de llegar. Justo antes de que empezara a preocuparme, suena el móvil, y es Alberto, que no ha pasado el control de paso del Roque y que no le han dejado continuar. Le bajan en guagua.
Pobre! No se lo toma a mal, y según me cuenta, es lo mejor que le ha podido pasar, porque no estaba para aguantar toda la bajada.

Bueno, Alberto por unos motivos y yo por otros, tenemos una cita en 2011 con esta isla bonita y su carrera para tomarnos nuestra particular revancha.
Parafraseando a los "Looney Tunes", Esto es todo amig@s, pronto volveremos con más diversión....
Pero en la Transvulcania eso no sucederá hasta el próximo año, así que de momento a seguir la temporada y en mi caso, a preparar la VII Travesera integral de Picos de Europa cita para el sábado 26 de junio.

10 comentarios:

  1. Vaya tío ya siento que no disfrutases de la carrera, todos hemos pasado por esas sensaciones y creo que desgraciadamente por lo menos en mi caso que se volverán a repetir...... el cuerpo tiene un límite aunque nosotros no queramos aceptartlo, terminamos jodidos una carrera y a la hora cuando hemos recuperado un poco ya estamos pensando en la siguinte, semos así.
    Suerte en Asturias.
    Nos vemos

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  2. Muchas gracias Álvaro. Cuanta razón tienes. Deberíamos hacer caso al cuerpo y competir sólo cuando estemos bien, para tener el máximo rendimiento. Pero, tú lo has dicho. No importa lo mal que acabemos una carrera, porque una vez duchados ya pensamos en la siguiente y nos olvidamos del fundamental descanso. En Picos, intentaré ir lo más descansado posible. Ya te contaré por aquí mi suerte en la prueba.

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  3. tendre que aprender a sufrir un poco mas. creo que soy un poco mimosa conmigo misma y por eso no me gusta pasarlo mal. pero leyendo se aprende muchas cosas. suerte en tu proxima carrera.

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  4. Es muy complicado saber hasta que punto "debemos" sufrir en una carrera. En cualquier prueba de larga distancia, tod@s, incluso la elite, pasa por algún momento malo. La diferencia entre ell@s y nosotr@s, los mortales, es además del físico, que estan acostumbrad@s a sufrir y el coco les funciona bien en los momentos malos. Pero tod@s somos humanos y sufrimos. De cualquier modo, pienso que una vez que tomas la decisión de no continuar, sin duda es lo más acertado y no hay que darle más vueltas.
    En tu caso, si te vuelve a suceder algo similar, tómate tu tiempo, descansa, anda en lugar de correr y piensa que sólo es un mal momento y que te vas a recuperar. Olvidate del tiempo, de la clasificación, de todo lo que te rodea. A mi, me funciona. De momento, lo he pasado mal en muchas carreras, pero he tenido la suerte de poder finalizarlas todas.

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  5. Teniendo un mal dia, las piernas cansadas, malas sensaciones, insomnio, mareado, con sindrome de no se que, decepcionado...
    Jo, lo que daria yo simplemente por terminar una ultra maraton!! Y encima, en un super meritorio puesto 15. Vamos, que ni entrenando yo un ano entero expresamente para ello, me veo capacido para igual algo asi.
    Pero es lo que tiene, lo que para unos es una decepcion, para otros es algo espectacular!!
    Enhorabuena, una vez mas!
    Kandy

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  6. No te creas Kandy. Somos unos especímenes un tanto curiosos los humanos. Siempre podemos dar más de lo que creemos. La fuerza está en la mente. Si tenemos convicción llegaremos siempre al final, aunque no nos queden fuerzas en las piernas. Si tenemos resistencia muscular y poca determinación, posiblemente nos quedemos por el camino. Tu tienes coco y piernas, por lo que siempre acabarás llegando a donde te propongas.
    Un abrazo y gracias.

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  7. No pude hacer la carrrera por un "inoportuno" virus, pero te felicito además de por hacer un tiempo espectacular, por el relato tan divertido y pedagógico de la prueba.Saludos de Luis

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  8. Gracias Luis. Siento lo de tu virus. Vaya faena. Perderse una carrera así, es una puñeta. Espero que puedas estar en la linea de salida el 7 de mayo de 2011 y con suerte hasta podemos conocernos y todo. Un abrazo.

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  9. Todo lo que leo de esta carrera me gusta. Ésta es de las futurubles sí o sí. No seas tan exigente, quédate con lo bueno, que es mucho. Tengo ganas de leer tu crónica de la Travesera. El próximo año quiero correrla. Tengo un amigo que es la única carrera de la que se ha retirado. Debe ser durísima. Mucha suerte.

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  10. La Transvulcania es una de las carreras de las que recomendaría a todo el mundo. Por descontado, la larga. El recorrido es absolutamente espectacular. El ambiente de la prueba y el trato de los voluntarios y demás personal que colabora con el desarrollo de la carrera es de 10.
    En lo de ser exigente, tienes parte de razón, pero cuando el tipo de terreno te va bien y sabes que puedes rendir más es difícil contentarse con menos.
    Sobre la Travesera, no hice crónica del 2009 porque aún no tenía blog. Le tengo especial cariño, por el entorno donde se desarrolla y por ser mi primera prueba de ultradistancia. Entonces eran aprox, 67Kms y 12.000 m de desnivel acumulado. Conseguí finalizar en 11h 29' en el puesto 8º.
    La edición de este año la han estirado hasta los 75Kms y 13 mil de desnivel.
    La carrera es montaña en estado puro. Es lo máximo. Dura, durísima y casi épica.
    No hay margen de error. O estás bien o es casi imposible que puedas terminarla. Los desniveles de subida, las bajadas, el tipo de terreno, la climatologia, todo hace un coctel bestial que no tiene piedad con la debilidad física o mental.
    No puedes aplicarte aquello, de si no puedo correr, ando pero termino. En la Travesera eso no vale. Terreno demasiado exigente que no permite margen de maniobra. No hay ningún tramo donde puedas recuperar. Si te fundes o desfalleces, date por muerto.
    Aún así, como experiencia es una pasada.
    Hay que estar muy fuerte para pensar en acabarla, tanto más de coco como de piernas.
    No sé el porcentaje de abandonos, pero debe ser muy alto.
    No obstante, si puedes te recomiendo que no te la pierdas. ESo sí, mentalizate para sufrir.
    Un abrazo y ya te contaré mi suerte en la edición de este año.

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