ALTO SIL 2011. Crónica de una ausencia inesperada

Pues si, la experiencia de la III edición de esta emblemática carrera berciana fue todo un acontecimiento para tod@s los asistentes, entre los que por problemas propios (en lugar de los clásicos ajenos) a mi voluntad, no me encontraba.

Vamos……. que no fui de la partida, que se dice.

No comparecí. No me presenté. No figuré. Me quedé en mi casa con un palmo de narices.

Y no fue porque no tuviera ganas de ir. No! Ni tampoco porque no hubiera quedado con un montón de amigos. No! Ni  siquiera porque no  hubiera anunciado a bombo y platillo, en este modesto espacio, mi asistencia. Tampoco!

El caso es que a las 09:00h de la mañana del día de autos, uno mismo, en lugar de estar en la plaza de Santa Cruz de Sil, intentando ser de los primeros en salir disparado monte arriba, estaba en su casita con su mujercita y su campeoncin.

Y por qué? Se preguntaran algun@s.

Bueno y si no se lo pregunta nadie, yo de todas formas contesto:

Pues, porque el que suscribe se quedó dormido cuando lo que tenía que haber hecho en un momento dado, era viajar hasta tierras templarias para la disputa de la carrera. Así de simple, de claro y de meridiano.

Pero retrocedamos un poco en el tiempo para contar este desencuentro desde su inicio:

El sábado 19 de marzo era mi primer día del padre y uno, indolente donde los haya, estaba en la inopia propia, ajeno a este pequeño gran detalle para con nuestra recién ampliada familia.

Pero, hete ahí, que mi mujercita sí que está en todo, y preparo una fiesta sorpresa para celebrar tan magno acontecimiento.

Hizo un pan de pasas y nueces en su thermomix, y además tuvo el doble merito de hacerlo y de que yo no me enterara, porque lo hizo en nuestro casa delante de mis narices.

 En estas que estaba yo con el campeoncin en el sofá del salón, cuando apareció con el mencionado pan, en plan tarta de cumpleaños con vela y todo. 

Por si el pan fuera poco detalle, que por cierto estaba de rechupete y nos lo trincamos antes de que acabara el día, al momento y mientras yo estaba entre bocado y bocado,  volvió a aparecer con un regalito para redondear la faena.

El regalo en cuestión, resultó ser una supercámara HD, antigolpes y estanca. Wuau!!!!

Siempre lo repito, pero uno no sabe lo que tiene hasta que se para a pensar en ello. En este caso, en ella. No tengo una mujercita. Tengo un tesoro. Vamos, un autentico joyón. 

Después de semejante despliegue de cariño y ternura, claro, cualquiera se iba el sábado para Santa Cruz de Sil.

Así que me replanteé el fin de semana y decidí pasar un estupendo día familiar e irme a última hora de la tarde para Santa Cruz del Sil.

Hasta ahí, todo correcto. Aunque en ese momento no sabía que acababa de  colgarme el cartelito de “no presentado” en el Alto Sil.

Pero sigamos con la historia.

Después de todo el día fuera de casa, volvimos de nuevo al hogar dulce hogar, sobre las 19:00h. A las 20:00h bañamos el campeoncin. Yo le cambié y le puse su saco de dormir. Itziar le dio de comer y le acostamos. 

Vale, entonces la idea era hacer una comida-merienda-cena, ducharme e irme sobre las 21:00h para el pueblo de Lolo.

En estas que pusimos la tele y jugaba Nadal con Del Potro en Indian Wells.

Bueno, me dije a mi mismo, me veo el partido y luego me voy.  El partido estaba interesante y afortunadamente Rafa ganó fácil al argentino. Bien, entonces era cuando supuestamente me duchaba y me iba. Buff, pero que pereza viajar ahora. Volví a replantearme la situación (como si eso acercara El Bierzo a San Sebastian de los Reyes. Ja! Ni por esas. Pasaban las horas, pero los 430kms que me separaban de mi vuelta a la competición seguían ahí inalterables, e incuso en esos momentos hasta inasequibles) 

En vista de la situación, pensé que mejor me acostaba, me levantaba a las 03:00h y viajaba de madrugada. Como en los viejos tiempos.

Dicho y hecho (lo de acostarse)

Sonó el despertador a las 02:50h y estaba tan cansado que dije lo clásico de un poquito más..........la siguiente vez que abrí los ojos eran las 06.20h. Con lo que huelga decir que mi participación en el Alto Sil 2011 se fue al garete y tocaba aprovechar el día primaveral que también tuvimos por la sierra madrileña.

Respecto a la carrera del Alto Sil y a mi no presencia, así fueron las cosas y así las hemos contado.

A falta de Alto Sil, y quizás porque me sentía culpable por la situación generada, y después de enviar sendos sms a mi amigo-hermano-compañero Rober, a otro amigo leonés, Aníbal, al que hacía tiempo al que no veía, y  a Lolo como organizador, disculpándome con todos ellos por semejante membrillada, decidí que lo más parecido que tenía cerca al Alto Sil, era el Alto Manzanares.

Así que después de sincronizar mi reloj con el de Itziar para vernos entre 13:30h y 14:00h en la entrada de La Pedriza, me enfundé mis mejores galas de ultrarunner y puse pies en polvorosa en busca del Alto Manzanares.

Salí por la puerta de mi casa  de San Sebastian de los Reyes sobre las 10:30h, cruce la Dehesa Boyal, fui hasta el tanatorio de Tres Cantos por la tapia de Viñuelas, seguí el carril bici hasta el desvío con el camino de Santiago, el cual tomé hasta el arroyo Tejada, para poner rumbo suroeste siguiendo la tapia del Pardo hasta Valdeleganar, donde giré rumbo norte hasta el puente de la Marmota. 

Una vez en el famoso puente, si que tocaba remontar el río Manzanares en un continuo sube y baja por un sendero precioso hasta la central de Navallar, primero, para seguir río arriba hasta el puente medieval de la M-618, después. Donde ya me esperaban mi mujercita y el campencin, dado que habían transcurrido 3h33’07” y 34,8Kms desde mi partida y ya habíamos cambiado sobre la marcha, el lugar del encuentro, dado que hasta La Pedriza aún me llevaría más tiempo del previsto inicialmente.

Bueno, una vez la familia reunida pusimos rumbo al valle de La Barranca, donde hicimos la rutilla andando, Hotel de la barranca, fuente de la campanilla, mirador de Los Canchales (donde el campeoncin tuvo su primera alimentación en altura) para volver a la furgo por el clásico y bonito sendero Ortiz.

Todo un planazo familiar que hubiera sido del todo perfecto, sin la espantada Altosileña previa.

                El campeoncin comiendo en altitud

 El campeoncin con la Bola del Mundo al fondo

                                 
Disfrutando en el sendero Ortiz